En noviembre del año pasado renunció en San Roque la concejal Mariana Florentín. Para definir quién debía asumir en su lugar, una comisión de poderes analizó los pliegos correspondientes a las candidatas que continuaban en lista con la que ella ganó en los comicios del 2017. En la última sesión, el oficialismo local pretendía que la reemplazara Marta Ortíz (PJ) pero la oposición alegó que no reunía los requisitos. Hubo un empate y el viceintendente apoyó la moción para que asumiera la siguiente suplente: Lidia Montenegro (PA).
Una fuerte controversia ya se había generado tiempo atrás sobre la asunción de una nueva integrante en el recinto legislativo municipal. Más precisamente acerca de cuándo y cómo tenía que concretarse el reemplazo de Florentín.
Finalmente, la renuncia de la citada edil fue aceptada y se conformó la comisión de poderes para analizar quién debía jurar y ocupar así el lugar que quedó vacante.
Y si bien en un principio la principal postulante era Marta Ortíz (PJ), dos de los tres integrantes del mencionado grupo objetaron su pliego: María Laura Salinas y Edgardo Wetzel. En ese sentido, emitieron un dictamen en mayoría en el cual fundamentaron por qué consideraban que era incompatible que Ortíz asumiera como concejal. Entre otras cuestiones, hicieron referencia a que en otro período en el que ella fue edil, demoró en salir de licencia en su trabajo en la Policía. Una cuestión que ambos consideraron no menor ya que el único cargo que se puede ejercer en forma simultánea al rol de concejal es el de docente.
Postura que no fue compartida por Angela Zanón, quien emitió un dictamen en minoría para avalar la asunción de Ortíz.
Debate
Ambas resoluciones de la comisión de poderes fueron expuestas en la última sesión ordinaria que se desarrolló en la noche del viernes. Pero antes que los demás integrantes del cuerpo deliberativo votaran para definir quién asumiría en reemplazo de Florentín, se generó un debate entre integrantes de la oposición y el oficialismo.
Adriana Carmagnola cuestionó a Salinas y Wetzel porque no avalaron el pliego de Ortíz. A lo que Salinas le respondió que estaban disponibles todas las documentaciones que fundamentan su postura.
Luego, también Ortíz hizo uso de la palabra y reconoció que -en una gestión anterior como concejal- durante varios meses también cobró como personal del área de seguridad. No obstante, adujo que cuando regresó a su trabajo le realizaron el descuento correspondiente. A su vez, recriminó a los dos concejales que dictaminaron que no reunía los requisitos para asumir como concejal.
En este contexto, Wetzel aclaró que en ningún momento le aseguró a ella que asumiría en reemplazo de Florentín.
Votación
Si bien la controversia siguió, el viceintendente y presidente nato del recinto, José Altamirano, pidió someter a votación los dos dictámenes.
Teresa Alderete, Adriana Carmagnola y Angela Zanón votaron por el despacho en minoría, es decir, el que aprobaba el pliego de Ortíz. Mientras que Lorena Caballero, Laura Salinas y Edgardo Wetzel por el dictamen en mayoría que determinaba que era incompatible. “Tuve que desempatar y consideré que eran válidos los fundamentos de la incompatibilidad, por lo que tampoco avalé la asunción de Ortíz”, aseveró Altamirano en diálogo con El Litoral.
Por ello y como la siguiente suplente, Lidia Montenegro es docente y no tiene ningún tipo de incompatibilidad, fue ella quien finalmente juró. “Carmagnola y Alderete se retiraron pero igual había quorum, así que se concretó la asunción”, planteó quien preside el cuerpo deliberativo.
“Ahora el Partido Autonomista pasó a ser el único bloque tiene dos integrantes”, aseveró a El Litoral Salinas, quien comparte el mismo signo político que Montenegro.