Posiblemente el más conocido de la ciudad, el “árbol grande” del parque Mitre cuenta con la admiración de muchos y una historia cargada de mitos y también de detalles llamativos. Se trata de un ficus benghalensis que el 25 de mayo cumplirá 104 años.
Con una altura imponente que ronda aproximadamente los 20 metros y un diámetro de copa de entre 30 y 40 metros, el árbol pasó por varias etapas desde que fue plantado para conmemorar el cincuentenario de la batalla de la Batería.
En diálogo con El Litoral, el ingeniero agrónomo Sergio Cáceres contó que “llegó en 1915 por iniciativa de la Sociedad Forestal”. Asimismo, el docente universitario relató que “cuando lo colocaron era un plantín que tenía aproximadamente un metro y medio de altura”, indicó.
Esta especie tiene la particularidad de crecer rápidamente en altura, y luego comenzar a engrosar su tronco a partir de las raíces que caen de las ramas al suelo. “Esto va apuntalando las ramas y engrosan el tronco, haciendo crecer su diámetro”, expresó al respecto Cáceres.
Cuando el árbol del parque Mitre fue plantado colocaron junto a él una placa recordatoria y un enrejado con el objetivo de protegerlo. Fue tal el crecimiento que la reja fue absorbida por el tronco y las nuevas ramas que brotaron, quedando hasta la actualidad perdida en el interior de la estructura. “Es posible que con la placa haya pasado lo mismo”, opinó Sergio Cáceres en este sentido.
Pasado el tiempo y ya sin la inscripción oficial, comenzaron a surgir algunas historias falsas respecto a la antigüedad del árbol y de algunos hechos que supuestamente ocurrieron allí. Al respecto, Cáceres recordó que “colocaron una placa donde decía que tenía más de 200 años, algo completamente falso”.
En ese mismo sentido, se tejieron versiones como que Bartolomé Mitre utilizó su sombra para descansar tras la batalla de la Batería, algo también falso, ya que fue plantado, justamente, cuando se cumplieron 50 años de ese enfrentamiento bélico.
En la década de 1970 colocaron alrededor del tronco una vereda, algo que se mantuvo por unos 40 años. Según explicó Cáceres, esto evitó que el árbol tuviera un crecimiento mayor, ya que impidieron el libre desarrollo de las raíces. En 2010, desde la Facultad de Agronomía recomendaron el retiro de la vereda y la instalación de una nueva reja para proteger el tronco y las ramas. Tiempo después, la gestión municipal de ese momento llevó a cabo las modificaciones, aunque persisten algunos problemas.
“La reja debería ser más amplia, abarcando todo el diámetro de la copa”, señaló Sergio Cáceres. Actualmente, la cerca cubre sólo una porción, por lo que el resto de las raíces que caen desde las ramas se encuentran expuestas a daños, retrasando su crecimiento. Las que están en el perímetro protegido, en cambio, ya alcanzaron el suelo y engrosarán el tronco, formando algo similar a un laberinto.
“Es un árbol que necesita un espacio amplio para ser plantado, no se puede colocar en una vereda”, expresó Cáceres, ante la consulta de por qué no hay otros especímenes, al menos en espacios públicos.
Protección
Además de la colocación de un enrejado más amplio, se dieron en los últimos años varias iniciativas que apuntaron a proteger normativamente el mítico árbol del parque Mitre y promover mejoras. Una de ellas fue para que se coloque un cartel en el lugar contando la verdadera historia, para evitar informaciones falsas que ya supieron propagarse.
En 2016, ingresó al Concejo Deliberante un proyecto para que el ficus del parque sea considerado árbol histórico, aunque no prosperaron nuevas acciones en este sentido.
En la Legislatura provincial se presentaron también algunas iniciativas. Una de ellas, pidiendo que el árbol sea declarado patrimonio cultural de Corrientes, aunque esta iniciativa tampoco avanzó hasta el momento.
“La historia de este árbol está en un libro editado por la Sociedad Forestal, organización que impulsó su plantación y que impuso, por ejemplo, el Día del Arbol”, comentó Cáceres. Además, expresó que “lo importante es que se lo proteja y se le dé el valor histórico que tiene”.
Mientras tanto,a la espera de algunas modificaciones que puedan protegerlo, el gran árbol del parque Mitre sigue creciendo, con una imponente copa y raíces que se reproducen, engrosando su llamativo tronco.