La unidad para solicitar aulas y la educación emocional fortalecieron comunidad educativa

En la Escuela Nº 758 “Lucía Casimira del Gobbo de Giudice”, de Saladas, días atrás habilitaron cuatro aulas nuevas y en breve construirían otras más. Desde la institución consideran que las mejoras en la infraestructura, motivadas por un pedido conjunto de tutores y docentes, sumado a los talleres de educación emocional, permitieron mejorar la relación entre los integrantes de la comunidad educativa.

Los logros que ahora celebran en el colegio, fueron parte de un proceso que comenzó el año pasado, más precisamente en abril, cuando padres y maestros hicieron pública la necesidad de mejorar las instalaciones del establecimiento educativo.

En aquella oportunidad, explicaron que en la escuela, durante tres horas, faltaban seis aulas para que se desarrollaran con normalidad las clases de jornada extendida. Ante este déficit edilicio, algunas materias se dictaban en el patio. 

Finalmente, tras varias gestiones, lograron el compromiso del Gobierno de la Provincia de refaccionar el edificio existente y construir nuevas aulas. Por lo que el monto total de la inversión representaría unos $18 millones.

En la primera semana  del corriente mes ya se habilitó la primera etapa de los  trabajos, que consistió en la edificación de cuatro aulas. Si bien la falta de espacio no estaría resuelta definitivamente hasta que no finalice la segunda etapa de obras, la nueva infraestructura logró motivar a la comunidad educativa. “Hace un año no creían que sería posible agrandar el edificio y que finalmente sus hijos ya no tendrían más clases en el patio”, destacó en diálogo con El Litoral la directora Gladis Merlo. Al mismo tiempo añadió que “a eso se suma que las construcciones seguirán. Creemos que la semana que viene comenzarán con la segunda etapa, que consiste en la refacción de la parte antigua de la escuela, y con la construcción de otras 4 o 5 aulas más”. Con respecto a esto último, comentó que ya se removieron los árboles donde se levantará los nuevos salones y se derribaron algunas paredes de áreas que está previsto que se refaccionen.

Luego, en este contexto, Merlo consideró que “contar con el espacio necesario para los chicos es muy importante porque ellos pueden dar clases en condiciones adecuadas y, además, tutores y los docentes nos unimos para lograr un objetivo común”.

Educación emocional

El 10 de noviembre de 2016 el Senado provincial sancionó la ley Nº 6.398, a través de la cual se incorporó la “Educación emocional” en la currícula educativa, entendiendo a ésta como “el proceso de enseñanza de las habilidades emocionales”. 

De esta forma, según consignaron en los fundamentos de la legislación, se pretende “desarrollar, mediante la enseñanza formal, cada una de las habilidades emocionales” como ser el “conocimiento de uno mismo, autorregulación emocional, motivación o empatía, y las habilidades de elección en cada niña y niño, tutores, docentes y padres”, para “alcanzar una mejor calidad de vida”. 

En este marco, la Escuela  Nº 758 comenzó a implementar talleres y desarrolló el proyecto institucional “¿Quién soy yo?”.

“Lo que buscamos es que los niños y niñas puedan manejar sus emociones, que fortalezcan el vínculo con ellos mismos y con el otro”, comentó Merlo. Tras lo cual detalló que “en los talleres que realizamos mensualmente usamos disparadores como ‘el autoestima’, ‘di lo que sientes’, ‘la amistad’, ‘eres capaz de lograr cosas importantes’, entre otros”.

Después indicó que son conscientes de que los resultados no son inmediatos sino parte de un proceso. Por eso, resolvieron seguir desarrollando talleres durante todo el año. “Vamos viendo los cambios en el trato entre los chicos y chicas; y también en la relación de ellos con los docentes”, destacó Merlo.

En cuanto al trabajo con los padres y tutores, la directora detalló que cuentan con el apoyo de la delegación local de la Dirección de Servicios Educativos de Prevención y Apoyo (Disepa). Sobre esto, expuso que “en el caso de ellos, buscamos darles herramientas para generar conductas positivas en sus hijos. Y algo muy importante es que a partir de su participación vimos que comenzaron a acercarse más a la escuela, a vincularse positivamente, a interesarse en las actividades”. A modo de prueba de sus afirmaciones, contó que “en las jornadas de ‘Escuelas en Feria’ los padres tuvieron su propio stand”.

“Esto, sumado a la construcción de las nuevas aulas, nos ayudó a lograr una mejora integral porque se fortalecieron los vínculos entre los integrantes de la institución”, finalizó Gladis Merlo, directora de la escuela.