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Dos adelantos médicos buscan mejorar la detección y el tratamiento del Alzheimer

Se dio a conocer que un análisis de sangre “altamente preciso” puede detectar los primeros síntomas de la enfermedad, además descubrieron que un fármaco para la hipertensión, puede colaborar con el tratamiento del Alzheimer. 
 

Por El Litoral

Domingo, 15 de septiembre de 2019 a las 01:00

Un examen de sangre puede ayudar a detectar hasta con un 94 por ciento de efectividad y con 20 años de anticipación si una persona desarrollará la enfermedad de Alzheimer, según se desprende de un estudio publicado en Neurology. El segundo adelanto, divulgado en junio pasado en la revista Hypertension, revela que un medicamento que se emplea para el control de la hipertensión, nilvadipina, podría ser eficaz para mejorar algunos síntomas de la enfermedad de Alzheimer, al incrementar el flujo de sangre al cerebro, y mejorar así la memoria. 
En el primer caso, una investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis (Wustl), Estados Unidos, revela que el cerebro empieza a mostrar daños causados por la proteína beta-amiloide, vital para el desarrollo del alzheimer, hasta 20 años antes de que aparezcan los principales síntomas de esta enfermedad, como son pérdida de memoria y estados de confusión.
Al medir los niveles de esta proteína en la sangre y usar los datos para predecir si se ha acumulado en el cerebro, combinados con otros dos factores de riesgo, la enfermedad puede ser identificada con un alto porcentaje de certeza, ha dicho Randall Bateman, del centro de investigación para la enfermedad de Alzheimer Charles F. y Joanne Knight, de Wustl.
“Actualmente, para ensayos clínicos, examinamos a las personas con escáneres cerebrales lo que consume mucho tiempo, es costoso y toma años para inscribir a los participantes”, indicó Bateman y agregó que “con un examen de sangre, podemos potencialmente examinar a miles de personas en un mes”. También sostuvo que los otros dos factores de riesgo, con los que debe de combinarse los resultados del análisis de sangre, son la edad y la presencia de la variante genética denominada apolipoproteína E4 (Apoe4). Al agilizar el proceso se puede inscribir a los participantes en ensayos clínicos con mayor eficiencia, lo que ayuda a “encontrar tratamientos más rápidamente y puede tener un enorme impacto en el costo de la enfermedad así como en el sufrimiento”, consideró.
La investigación incluyó a 158 adultos mayores de 50 años a los que se les hizo una prueba de sangre para detectar la beta-amiloide, pero también se les aplicó una Tomografía Cerebral por Emisión de Positrones (PET) y se tomó en cuenta la edad y la Apoe4. Para detectar la presencia de esta proteína se utilizó la técnica denominada “espectrometría de masas para medir con precisión las cantidades de dos formas de la beta-amiloide que disminuyen en la sangre en la medida en que aumentan su acumulación en el cerebro”, según el reporte publicado en la revista científica Neurology.

Beneficios secundarios de la Nilvadipina 
El segundo adelanto, que fue divulgado por la revista Hypertension, sostiene que la disminución en el flujo sanguíneo cerebral en pacientes con alzheimer puede revertirse en algunas regiones cerebrales relacionadas con la memoria y el aprendizaje. Es así que un medicamento que se emplea para el control de la hipertensión, nilvadipina, podría ser eficaz para mejorar algunos síntomas de la enfermedad de Alzheimer, al incrementar el flujo de sangre al cerebro, y mejorar así la memoria.
Los hallazgos muestran que la disminución en el flujo sanguíneo cerebral en pacientes con alzhéimer puede revertirse en algunas regiones. Sin embargo, una pregunta importante es si este aumento observado en el flujo sanguíneo cerebral se traduce en beneficios clínicos.
La nilvadipina es un bloqueador de los canales de calcio que se usa para tratar la tensión arterial alta. Los investigadores intentaron descubrir si la nilvadipina podría ayudar a tratar la enfermedad de Alzheimer comparando el uso de nilvadipina y un placebo entre un grupo de personas con enfermedad de Alzheimer de leve a moderada.
Para ello, asignaron a 44 participantes a que recibieran nilvadipina o un placebo durante seis meses. Al comienzo del estudio, y a los seis meses, los investigadores midieron el flujo de sangre a regiones específicas del cerebro utilizando una técnica única de resonancia magnética (IRM). Y los resultados mostraron que el flujo de sangre al hipocampo, el área cerebral encargada de la memoria y el aprendizaje, aumentó en un 20% entre el grupo de nilvadipina en comparación con el de placebo. El flujo de sangre a otras regiones del cerebro se mantuvo sin cambios en ambos grupos.
“Este tratamiento para hipertensión es prometedor, ya que no parece disminuir el flujo de sangre al cerebro, lo que podría ser más perjudicial que beneficios”, señala el autor principal del estudio, Jurgen Claassen, de la Universidad de Radboud de Nijmegen (Países Bajos). 
Los participantes del estudio fueron evaluados entre 2013 y 2015 como parte de un proyecto de investigación más amplio que compara nilvadipina con placebo entre más de 500 personas con alzhéimer de leve a moderada. En ese proyecto más amplio, los efectos en el flujo sanguíneo cerebral no se midieron. En general, no se observó beneficio clínico con el uso de nilvadipina. Sin embargo, un subgrupo de pacientes con solo síntomas leves de enfermedad mostró beneficios relacionados con una disminución más lenta en la memoria.
Estudios anteriores sugirieron que el tratamiento de la tensión arterial alta podría reducir el riesgo de desarrollar demencia. Los autores piensan que los efectos beneficiosos en el flujo sanguíneo cerebral podrían explicar parte de este efecto.
“En el futuro, debemos averiguar si la mejora en el flujo sanguíneo, especialmente en el hipocampo, se puede usar como un tratamiento de apoyo para retardar la progresión de la enfermedad de Alzheimer, especialmente en las etapas más tempranas de la enfermedad”, concluye Claassen.

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