La inactividad golpea a la danza y al teatro y genera cierre de academias

Corrientes fue una de las primeras provincias en ingresar en la fase 5 de la cuarentena, y en los últimos dos meses fue avanzando en la reactivación de más actividades. Sin embargo, uno de los sectores que siguen a la espera de autorización comprende a un extenso universo de artistas independientes de la danza y las artes escénicas.

De acuerdo a un relevamiento realizado la Asociación Civil Trabajadores Escénicos de Corrientes (Actecor), hay cerca de 10 mil personas que trabajan de manera directa en actividades vinculadas al teatro y la danza. Una inmensa cantidad de artistas que sobreviven en algunos casos a partir de asistencia estatal (subsidios, becas, etc.), clases virtuales, o tuvieron que recurrir a la ayuda a familiares y amigos. 

De ese total, más de 7 mil están relacionados a la danza, que es el sector más desprotegido por carecer de una institución nacional que los proteja. Justamente es donde mayor perjuicio está haciendo la pandemia, incluso teniendo que llegar a cierres de reconocidas academias en la capital e interior provincial. En especial por la imposibilidad de sostener los gastos fijos que deben afrontar, pese a no estar en actividad.

La reelecta presidenta de Actecor, Antonia del Carmen Monzón, confirmó a El Litoral  estos números, la preocupante situación y aseguró que “el protocolo para regresar a la actividad ya se presentó a mediados de mayo y se llevó adelante una serie de gestiones con autoridades provinciales y municipales. Ahora estamos a la espera de que el gobernador autorice la vuelta de los talleres de danza y teatro”.

En el caso del teatro, comentó que los artistas independientes que a principios de año no formaban parte de grupos de teatro o elencos estables, son los más afectados, debido a que no recibieron ningún tipo de ayuda económica.

Protocolo

El protocolo diseñado por los representantes del sector tuvo el aval del presidente del Instituto de Cultura de Corrientes y también llegó a las manos del Comité de Crisis de la Provincia.

Establece una serie de medidas preventivas para reactivar las clases y talleres presenciales. Más lejana asoma la posibilidad de los ensayos y funciones. 

Se fija por ejemplo un distanciamiento de 2 metros para actividades estáticas y de 4 metros para dinámicas. Además del uso obligatorio de máscaras faciales. 

(HM)