Contactos cercanos con humanoides

Por Francisco Villagrán

villagranmail@gmail.com

Especial para El Litoral

Después del famoso caso del estrellamiento de un Ovni en Roswell, Nueva México, en 1947, comenzaron a aparecer estos extraños aparatos en todo el mundo y también sus tripulantes. Hay muchos casos de enfrentamientos con fuerzas de seguridad, como el caso de Olavarría en la provincia de Buenos Aires, en el cual una patrulla policial disparó contra unos extraños seres altos y vestidos con una especie de mameluco blanco, que estaban parados al lado de una gran nave a un costado de la carretera y no respondieron a la voz de alto. Pero las balas no les hicieron nada y uno de estos seres levantó la mano con un extraño aparato circular, del cual salió un rayo que los dejó paralizados. Todo esto pudo ser comprobado oficialmente por las autoridades policiales en un detallado informe firmado y entregado por los cuatro policías integrantes de la patrulla, que curiosamente después de este incidente fueron separados y enviados en comisión a distintos lugares. También los aviones de las distintas fuerzas aéreas de todo el mundo tuvieron enfrentamientos bélicos con estos aparatos desconocidos en distintos cielos del planeta.

Increíble caso

Corrientes, para no ser menos, tuvo un caso de enfrentamiento de misteriosos seres que al parecer querían raptar a un humano y aconteció en la localidad de Torrent, cerca de Santo Tomé, en la provincia de Corrientes, a principios del mes de febrero del año 1965. En esa época hubo una ola de avistajes en el país a veces con observación de sus tripulantes en su interior. Este caso fue publicado en el libro “Humanoides en Iberoamérica” de Antonio Ribera, un destacado investigador español. En ese año la prensa de Buenos Aires publicó varias noticias sobre intentos de rapto por parte de presuntos seres del espacio con habitantes de la región nororiental del país.

El siguiente caso es uno de los pocos de los cuales se pudo rescatar algunos detalles. Una noche de la primera semana de febrero, en pleno verano y con mucho calor, un hombre que vivía en Torrent estaba fuera de su casa y sorprendido llamó a sus vecinos diciéndoles que salgan a ver cinco objetos muy luminosos que pasaban volando lento y muy bajo, cerca de las casas. Acto seguido uno de los aparatos, semitransparente, aterrizó cerca y de él salieron cinco seres no muy altos, que tenían al parecer una escafandra o casco en la cabeza, según el relato de los pobladores, del cual salían luces de distintos colores. Se dirigieron a una casa e intentaron apoderarse de un hombre, un trabajador del campo, pero debieron retirarse ante la firme actitud de los aldeanos. Volvieron a subir a su aparato volador y se fueron.

Sin embargo, el 6 de febrero, dos días después, regresaron las mismas naves luminosas aparentemente y fueron vistas por muchas personas. Descendieron y de nuevo intentaron vanamente apoderarse de un hombre, trabajador del campo de una estancia perteneciente a un señor de apellido Souriou. El hombre logró huir y dar la alarma a sus compañeros que estaban en un galpón encerrados. Ante esto, los peones salieron en tropel disparando sus escopetas y armas contra los extraños seres, al parecer sin ningún efecto. “Son unos enanos, patrón, los matamos a machetazos…”, gritó uno de los peones yendo al frente. Sin duda, cuando los visitantes vieron el malón que se les venía encima de manera nada amistosa decidieron emprender la retirada y subieron a su nave para desaparecer en el cielo. A pesar de que en su momento se habló mucho de esto, nunca más se mencionó el caso, que al  igual que muchos otros, quedó en el olvido.

Kelly-Hopkinsville

Anteriormente ya comentamos que hay pocos casos de contacto con seres presuntamente extraterrestres donde estos se muestran agresivos. Pero al igual que en la especie humana, los hay buenos y malos. Uno de estos casos, quizás el más importante en su momento ocurrió en la localidad de Kelly-Hopkinsville, Estados Unidos, el 21 de agosto de 1955. Esa noche los granjeros Billy Taylor y Lucky Sutton tuvieron que defenderse a los tiros de rifle del asedio de un grupo de pequeños seres que resultaban sin daños aparentes a los balazos de los asustados granjeros.

Es este sin dudas uno de los casos más espectaculares de agresión, no entendiéndose el motivo de la misma. Los pequeños humanoides no tenían más de un metro 20 de altura, mantuvieron en vilo a los habitantes de la casa esa noche y cuando eran alcanzados por los proyectiles, daban un salto hacia atrás y caían lentamente al suelo, luego de lo cual daban un gran salto hacia el techo de la casa o los árboles cercanos, siguiendo su insólita excursión en la granja. Tal vez sólo los extraños visitantes pretendían divertirse a costa del pánico de los habitantes de la granja, en la que habían descendido a bordo de un objeto luminoso de medianas dimensiones.

Según el relato de los protagonistas, en determinado momento uno de estos extraños seres, con grandes orejas y brazos largos, tocó desde el tejado con su mano la cabeza de Taylor, como si quisiera comprobar cómo estaba formada la misma. Luego de esto el humanoide saltó a un árbol a unos cinco metros de distancia y desde allí miró fijamente a los asombrados habitantes de la casa. Todo habrá durado más o menos unos quince minutos. Después los pequeños seres, un grupo de tres o cuatro, desaparecieron en medio de la oscuridad de la noche y pudo verse luego a la nave luminosa desapareciendo en medio de la oscuridad de la noche a gran velocidad en el cielo estrellado, ante el asombro de los asustados testigos.

Todo este relato fue comprobado por la policía que encontró alrededor de la casa numerosas cápsulas servidas de los disparos efectuados por los granjeros y algunas ramas de los árboles vecinos rotas o quebradas, testimonio irrefutable de que algo pesado se habría posado en ellas. Se hizo un peritaje total de los árboles en torno a la granja y se encontraron numerosos gajos rotos, señal indiscutible de que algo muy pesado los habría presionado hasta romperlos. Paralelamente también hubo denuncias de vecinos que vieron a esa misma hora descender y luego elevarse a un extraño objeto luminoso de grandes dimensiones. Hasta aquí los hechos objetivamente relatados, de acuerdo a las crónicas de la época. Cada uno es dueño de sacar las conclusiones que mejor le parezcan, teniendo en cuenta los años en que sucedió todo esto. Luego y más acá en el tiempo, hubo otros hechos similares en el resto del mundo que merecen un profundo análisis. Pero esa ya es otra historia.