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Indagaron a la policía correntina detenida por encubrir el crimen de Lucas González

“Yo no estoy preparada para estar detenida, hace tres meses egresé. Yo no tengo nada que ver”, dijo Lorena Miño. Su testimonio es clave en la investigación.
 

Por El Litoral

Miércoles, 01 de diciembre de 2021 a las 01:00
Acusada. Hace poco tiempo que Miño vive en Buenos Aires.

La oficial correntina Lorena Miño, efectivo de la Policía de la Ciudad, fue indagada ayer por el magistrado Martín del Viso, titular del Juzgado Nº 7, y la fiscal Leonel Gómez Barbella por el supuesto delito de encubrir el crimen de Lucas González, el joven de 17 años asesinado por efectivos de la fuerza policial porteña en un caso de gatillo fácil ocurrido dos semanas atrás en uno de los ingresos de la Villa 21-24 de Barracas.
Miño se entregó el lunes al mediodía luego de pasar 72 horas prófuga y difundir un video en donde se mostraba junto a sus defensores. Comparte la imputación con otros cinco efectivos de la brigada de la Comuna 4, a los que pertenecían los principales imputados del caso, el inspector Gabriel Isassi y los oficiales José Nieva y Fabián Gómez, señalados como autores materiales del crimen.
Sus coimputados y compañeros son los efectivos que actuaron en la escena del hecho y realizaron los arrestos de los tres jóvenes que acompañaban a Lucas, que fueron arrestados y llevados al Instituto de Menores Inchausti para ser liberados y sobreseídos dos días después. Se sospecha, también, que los policías plantaron una réplica dentro del Volkswagen Suran donde viajaban Lucas y sus amigos.
La calificación que se les enrostra es la de “falsedad ideológica; privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional; encubrimiento agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave; amenazas y odio racial, todos ellos en concurso ideal”.
La figura de odio racial se introduce luego de los testimonios de los jóvenes víctimas, que aseguraron haber oído frases como: “A estos villeritos hay que darles un tiro en la cabeza a cada uno. Dónde tenés la falopa, dónde está el arma con la que mataste a tu amigo”.
Antes de ayer declararon sus compañeros de causa: el comisario Juan Romero y el subcomisario Roberto Inca —ambos a cargo de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 4—; y el comisario Fabián Du Santos, el principal Héctor Cuevas y la oficial Micaela Fariña, todos de la Comisaría Vecinal 4D de la Policía de la Ciudad. Los cinco coincidieron en que escucharon por radiofrecuencia que “se habría tratado de un enfrentamiento”, según confirmaron fuentes del caso a Infobae. La versión, si es cierta, claramente complica a Gabriel Isassi, José Nieva y Fabián Gómez, los acusados del homicidio del joven de 17 años. Si se comprueba que plantaron una versión falsa en la radio policial para cubrir sus rastros y que sus compañeros de brigada lo avalaron, ciertamente podría complicar el cuadro general de imputaciones con respecto al encubrimiento.
Luego, comenzaron a variar los relatos. Hubo diferencias sobre los chalecos en que llevaban los efectivos acusados del homicidio. Uno de los comisarios incluso estableció diferencias entre la brigada de la Comuna 4 acusada por el hecho, que hasta le dictaría órdenes a la propia comisaría de la zona, según la versión. Los efectivos de menor rango que se presentaron en la escena aseguraron que se limitaron a cortar el tránsito. Sus superiores, en cambio, aseguraron que tuvieron otras tareas, incluidas las detenciones de los tres menores que acompañaban a Lucas. “Claramente pudo haber un plan en común” entre ambas dependencias, sospecha un investigador. Lo que diga Miño podrá ser clave. 
(NG)

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