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¿De dónde vienen los ovnis que nos visitan?

Domingo, 13 de febrero de 2022 a las 01:00
Presencia. ¿De dónde vendrían los extraños aparatos que nos visitan?

Sin duda es la pregunta del millón, pero que aún no tiene una respuesta contundente. Suponiendo que haya vida inteligente en otros planetas, cabe hacerse la pregunta: ¿de dónde viene estos seres? ¿Qué buscan en nuestro planeta? ¿Porqué las grandes potencias ocultan su existencia a pesar de las numerosas evidencias? Pero vayamos por parte, como diría Jack. Podrían venir de otros planetas, de otras galaxias, de otros sistemas solares similares al nuestro.
Existen dos posibilidades de donde provienen: 1) de algún planeta de nuestro sistema solar; 2) de otros sistemas planetarios u otras galaxias, cercanas o lejanas. También es posible que haya otras teorías para tener en cuenta, como la de la “Tierra hueca”, posible también que provengan del interior de la Tierra hueca. Comencemos por inspeccionar los planetas de nuestro sistema solar para saber de dónde podrían venir estos extraños visitantes cósmicos.
Mercurio: debido a su proximidad al Sol y a sus altísimas temperaturas, alrededor de 350 grados centígrados, es prácticamente imposible que exista vida similar a la terrestre.
Venus: es un planeta muy poco conocido debido a que está constantemente cubierto por nubes de gases, que hacen imposible la observación de la superficie. No obstante, mediante las últimas sondas enviadas, se pudo establecer entre otras cosas que su temperatura media es de unos 300 grados centígrados, lo que haría muy difícil que exista vida allí, aunque hay algunos autores que opinan lo contrario.
Luna: es el satélite natural de la Tierra y ya se llegó a ella en julio de 1969, comprobándose que no hay vida allí, por lo menos en forma oficial, aunque hay alguna opinión que afirma que es posible que allí exista una colonia alienígena en el lado oculto de la Luna. Todo puede ser.
Marte: durante mucho tiempo se consideró a Marte como un gemelo de la Tierra debido a sus aparentemente similares características, pero luego en estudios posteriores se comprobó que no era así. La temperatura media en Marte es de 22 °C durante el día y de 70 °C bajo cero durante la noche. Es decir que la temperatura desciende unos 90 grados, lo que demuestra que las condiciones en la superficie del planeta para el desarrollo de la vida similar a la terrestre, son altamente precarias. Las últimas sondas que se posaron sobre el planeta rojo lo han demostrado, aunque no categóricamente. Sus dos satélites, Fobos y Deimos (“miedo” y “terror”, en griego) son tan chicos (15 y 8 km de diámetro respectivamente) que no merecen ser considerados. Hay por allí alguna teoría que afirma que ambos satélites podrían ser artificiales, restos de una civilización ya desaparecida hace miles de años y que dejó estas huellas. También están los famosos canales de Marte, que según algunos investigadores hace miles de años tuvieron agua y luego se secaron. Quizás pudo haber vida y una civilización similar a la terrestre, que luego emigró por el clima hostil hacia otros planetas cercanos. ¿Quizás la Tierra? Todo puede ser…
Júpiter: es el gigante de nuestro sistema solar y su diámetro es 10 veces superior al de la Tierra. Una característica muy especial y curiosa de este planeta es la “Gran Mancha Roja” que cambia de coloración, del rojo al rosado y grisáceo. Un hecho raro es que Júpiter emite más energía que la que recibe del Sol. Su tamaño es 1.295 veces el de la Tierra, es decir que tiene un diámetro de 142.880 km. Es un planeta extremadamente frío cuya temperatura media es de 145 °C bajo cero. De los 12 satélites más grandes de Júpiter, hay cuatro que sobresalen y son visibles a simple vista en condiciones favorables. Ellos son Io, Europa, Calisto y Ganímedes. En este último, estudios astronómicos han confirmado la existencia de abundante vegetación, lo que posibilitaría la aparición de formas de vida similares a las terrestres. Muchos investigadores aseguran firmemente que en este satélite de Júpiter podría haber algún tipo de vida.
Saturno: es el planeta más bello de nuestro sistema solar. Está rodeado por sus característicos anillos compuestos de gases y fragmentos de asteroides capturados hace miles o quizás millones de años. Su temperatura media se calcula en 200 °C bajo cero. Tiene 9 satélites, de los cuales el mayor es Titán. No sería posible la vida allí porque su superficie está cubierta por nubes de amoníaco y metano, altamente venenosos para cualquier tipo de vida. En concreto, no están dadas las condiciones para que exista vida similar a la terrestre.
Neptuno y Plutón: debido a su enorme distancia del Sol (5.000.000.000 millones de kilómetros aproximadamente) tienen que ser forzosamente muy fríos, por lo tanto no reunirían las condiciones necesarias para albergar vida semejante a la de la Tierra.

Conclusión
Pero estos extraños visitantes a los que hacemos alusión, podrían provenir de otro sistema planetario o incluso de otra galaxia más o menos cercana. Hay astrónomos e investigadores de este fenómeno que afirman que podrían venir de las estrellas Tau Ceti, Epsilon Eridani o las propias Pléyades (o “los siete cabritos” como se las conoce). En fin, hay muchas hipótesis, teorías y suposiciones, pero hasta ahora todo no pasa de eso. Lo único real y concreto es que cada vez más se muestran estos extraños visitantes en cielos de todo el mundo. Pero vengan de donde fuese, es evidente que viajan a velocidades muy superiores a la de la luz y usan naves y combustible para nosotros desconocidos. Recordemos que la velocidad de la luz es de 300.000 kilómetros por segundo y para que tengamos una idea más concreta, digamos que viajando a esa velocidad se está de Buenos Aires en Roma en solo 1/27 segundos, de la Tierra a la Luna en 1,5 segundos, de la Tierra al Sol en 8 minutos y de la Tierra hasta Plutón, el último planeta de nuestro sistema solar, en 5,5 horas.
Para finalizar este “pequeño paseo” por nuestro sistema solar, para averiguar qué posibilidades de vida extraterrestre hay en él, digamos que los lugares con más posibilidades para albergar vida similar a la terrestre son Ganímedes, una de las cuatro lunas más grandes de Júpiter, o tal vez alguna luna de Saturno. Tampoco hay que descartar la posibilidad de que en Marte, bajo la superficie o incluso en alguna parte de la cara oculta de la Luna, haya bases alienígenas. En fin, quizás alguna vez se conozca la verdad y se dé a conocer. Aunque esto creo que ocurrirá en las generaciones futuras y no en la nuestra.

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