Shirley Villalba o el “animal marcado”
Desde la antigüedad el aforismo ha sido un vehículo lingüístico muy codiciado para expresar una sentencia de una manera concisa. A lo largo de la historia se ha ido definiendo como un género literario cimentado por sus parientes cercanos como el axioma, la máxima, el adagio, el proverbio, etc. Baste con recordar algunas de las frases de Heráclito o Píndaro para luego trasladarlas al Nietzsche de Más allá del bien y mal (ya tocado a veces por la introducción del “yo”) y llegar al Cioran del siglo XX.
En Argentina, Antonio Porchia escribió durante toda su vida lo que él llamó “Voces”, las suyas propias y de los otros en los actos cotidianos de estar en el mundo: el desconcierto de creer conocerlo y no; de sufrir y ser feliz. No ha de extrañar que Alejandra Pizarnik conectara fuertemente con los aforismos-poesía de Porchia por su sabiduría, por su brevedad y concisión y profundidad metafísica, por ejemplo: “Mis ojos, por haber sido puentes, son abismos”, o de modo más genérico: “El hombre vive midiendo, y no es medida de nada. Ni de sí mismo”.
Parte de la obra poética de nuestra asaltante de hoy se inscribe en lo aforístico (“Unos pocos, que dicen no saber / nada, me lo han mostrado todo. / Y yo lo he visto todo. Sin entender nada”) y cuando no en lo epigrámico, en breves refucilos: “Beso de la sombra, que me sangra. / Vientre de la copa, que me vierte./ Boca del vino que me bebe. / ¡Ah! Labios rotos de la ebria noche”.
Quien decide amar sabe que deberá, en algún momento, atravesar un desierto hecho a imagen y semejanza de la ausencia. Ese es el “sino” de respirar y entregarse al mundo: “Soy la sangre de la noche / y la noche / el veneno / que en mí / desangra su mirada”.
Palabra decantada, sobria la de Villalba. La agonía de lo humano se deposita en los márgenes del poema, en lo que calla, en el blanco de la página que rodea y asfixia a la letra respirada y padecida: “Las palabras se abren, como se abre una trampa, como se abre una flor. / Yo caigo en ellas sin palabras. Como cayendo al amor”.
¡Salud, poesía y libaciones!
MUESTRARIO MÍNIMO
Dación
De tanto dar,
se quedó con las manos llenas.
Cinismo
Cosa rara, el hombre hablando del hombre.
El hombre hablando de algo que ya no conoce.
Cimentación
Me abajo para arribarme.
Si quiero llegar a esa altura…
Tendré que cavar más hondo.
Sordera
Fundamentalmente, esa voz que no me oye, es la mía.
Apalabramiento
Para que las palabras no me maten.
Muero en ellas, no con ellas.
Encuentro
para encontrarnos solo falta levantar las manos
para encontrarnos solo falta no seguir perdidos
Falling in love
Las palabras se abren, como se abre una trampa como se abre una flor.
Yo caigo en ellas sin palabras. Como cayendo al amor.
Sangramiento
Entré en la espina
y mi aroma se clavó en su sangre
y goteé la rosa.
Revelación
Cuando te vi,
aquí adentro…
Se hizo de día.
Lentitud de quien extraña
Ver los pies del camino sin mirada
enmudecer de a poco
vivir el silencio de tu cuerpo
el callejón sin salida de tu voz
vivir la distancia más sorda morir...
morir velozmente como una tortuga.
Bigotismos
pintó el rostro de la nada, lo disimuló con ganas
le inventó un bigote feroz
y dijo que era su padre
Contra-contemplación
no me siento triste
no me siento mal,
¡no me siento dije!,
como quién no está
Una vez una rambla
aquí estoy
viviendo en el encuentro de tus ojos
intentando ya no besarte
en el regazo de este gozo
lamiéndote las manos
las comisuras de tus dedos
hasta los codos,
yo sé que el mar es un sentimiento de arena
y que el amor está inflado de viento,
pero si te digo que me sabe a poco este tiempo
y que el mar es un alma que vive en ti
no, no miento,
por eso apriétame de nuevo
contra tu noche
y mójame de bocas
y abandóname en la sal de tu sexo
y abandónate a esto
es el amor encerrándonos en su huella,
¿qué son esas rocas mirando nuestro vuelo, sino gaviotas?,
¿sabes?, no es solo el mar el que has dejado en mí,
ni eres solo una marea
en la que esta noche me aviento,
¿sientes?,
nos han pasado tantas olas,
pero nos ha pasado una sola,
ahora
anda
despierta
que nada es sueño
que soñar después de ti es poca cosa
(De Animal marcado)
Saco y corbata
tengo un corazón
que viste de saco y corbata
cada vez que te veo
se me desacomoda el aire
se me erizan
las cejas en la espalda
se me anudan
los ojos en la garganta
y la voz
se me escapa por los pies
(De Penumbra hembra)
Anticipo de primavera
es urgente decirte
que anoche te vi de vuelta
y que anoche
me viste tejiendo un trazo
de tus ojos entre las manos
es inminente decirte
que todo este tiempo te esperé
con restos de cenizas entre los labios
sin embargo
es absurdo que hubieras tardado tanto,
pero la vida es así,
mientras yo iba deshilando
hebra a hebra
tus cabellos enredados
en mi cansancio
ahora,
aunque digas lo contrario,
aunque digas nada,
ahora nuevamente es temprano
porque anoche viniste
y fuimos felices
y fue azul la primavera
y pintamos de rojo cada espacio
te confieso,
el amor
es un lugar extraño,
por eso es urgente repetir
lo que empezamos
por eso es necesario pedirte
que vuelvas cuanto antes
y que llegues
y esta vez, por fin te quedes
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