La ciudad quedó desierta ayer durante el feriado por el Censo nacional. En horas de la mañana y de la tarde, los censistas pasaron por los domicilios para hacer el relevamiento poblacional. Las familias debían permanecer en sus domicilios para poder responder las preguntas o mostrar el código del censo si ya lo habían realizado de manera online.
Según lo dictado por ley, hasta las 20 horas quedaban prohibidas las reuniones al aire libre o en lugares cerrados, las funciones teatrales, el cine, las competencias deportivas y en general toda clase de espectáculos que reúna a muchas personas.
Además, los comercios de venta de artículos alimenticios y de bebidas debían permanecer cerrados por ley hasta la hora dispuesta. Algunos negocios iniciaron su actividad comercial por la noche. Los restaurantes, confiterías, casas de expendio de bebidas y rotiserías abrieron en horario nocturno sin inconvenientes.
El servicio municipal de recolección de basura interrumpió su funcionamiento de día, iniciando su actividad por la noche. Los operarios encargados del barrido de las calles y los espacios verdes estuvieron trabajando con guardias, según informó la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
Asimismo, el servicio de transporte público había retomado la actividad después del paro del martes, pero los que querían trasladarse debían esperar aproximadamente una hora debido a que había pocas unidades en funcionamiento.
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