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Radiografía nacional y un pedido: la sociedad deber ser protagonista

Argentina se debate entre una oleada de propuestas con soluciones que parecen mágicas. Pero solo el compromiso de la ciudadanía podrá poner fin a la trunca promesa de convertirnos en potencia mundial.

Por El Litoral

Domingo, 29 de mayo de 2022 a las 01:00
Pocho Romero Feris. El exgobernador grabó su programa desde El Litoral y analizó la realidad del país.

Por José Antonio Romero Feris
Exgobernador 
Especial

Estoy sorprendido. Quiero saber qué nos pasa a los argentinos. Este país tiene todo para ocupar el lugar que alguna vez ocupó en el mundo, siendo una potencia. Hoy estamos con problemas sumamente serios. Debemos asumir con total convicción un compromiso de honor para, entre todos, tratar de modificar sustancialmente lo que nos está pasando. Hay 5 millones de argentinos jubilados que cobran 32.000 pesos mensuales. La pobreza alcanza al 47 por ciento, pero tenemos gastos superfluos.
Debemos agudizar el ingenio y adoptar posiciones para lograr que quienes piensan diferente no sean considerados enemigos, sino simplemente adversarios. Las ideologías están perimidas. Son las ideas las que sirven. 
Nadie escapa a la realidad que golpea en la cara con una inflación del 60 por ciento, que es responsabilidad de un solo gobierno. 
Distinta sería la realidad si tuviéramos sensibilidad social para pensar en el prójimo. Entre todos tenemos que tratar de encontrar soluciones de fondo para nuestra gente, para nuestro pueblo. Creo que el gobierno se olvida de la gente y un gobierno con escasa sensibilidad humana no puede tener éxito. Si fueron electos tienen que asumir la responsabilidad que les compete. Pero el ciudadano tiene que ser protagonista.
Hay una pregunta que no se debe evitar: ¿Qué queremos ser como Nación? Acá no hay iluminados, no hay alguien que pueda con su conocimiento, por más que lo tenga, resolver cuestiones de esta naturaleza, nos hace falta política de Estado. Nos hace falta terminar con la viveza de sacar ventajas por sobre otros.
Tenemos que unificar las elecciones en todo el país, para evitar gastos innecesarios y apostar a la boleta única, que es un avance. 
Lo único en lo que tenemos que pensar, con profundo sentido nacional, es en lo que beneficia al país y no anteponer los intereses personales. Hay que servir a los 47 millones de habitantes esa es la obligación de quienes fueron electos por el voto popular. 
Otro de nuestros problemas es la escasez de reglas claras y eso daña la economía. Se improvisa y no generamos confianza a la inversión nacional o extranjera. El Estado sigue gastando más de lo que debe. Se necesita promover el bienestar general con un Estado que evite que los más fuertes se lleven por delante a los más débiles.
No se cumplen las normas vigentes: no se avanzó en las reforma laboral, impositiva, etc., y cada día tenemos un impuesto más. 
Los impuestos distorsivos han marcado un camino. Hay algunos que proponen que las provincias se financien solas, pero los impuestos se coparticipan y la Nación se lleva la mayor parte. Sin mencionar que el Norte argentino no cuenta con las herramientas necesarias para alcanzar el desarrollo y la autosustentación.


En primer lugar creo que tenemos que consolidar lo que dice la letra y el espíritu de la Constitución, que no se cumple en los hechos. Los órganos de control no existen; la Defensoría del Pueblo sigue acéfala y solo dos ocuparon el cargo y desde entonces, hace más de 12 años, sigue vacante. También la libertad de prensa ocupa un rol fundamental. Tenemos que actuar con independencia y una enorme responsabilidad y objetividad para no excedernos. Soy un convencido de que sin libertad no se puede funcionar y no se puede obtener réditos o soluciones para el país.
Otro problema a solucionar es el sistema educativo. Tenemos fallas. No se le da la importancia en los presupuestos. Cuando tuve el honor de gobernar mi provincia, se otorgó el 36 por ciento del primer presupuesto a la educación.
Sin educación no se puede revertir la situación del país. Si verdaderamente queremos ser una Nación, un país serio, debemos apostar a la educación. 

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Sobre el Consejo de la Magistraturas, que integré, soy partidario de que sea presidido por el presidente de la Corte Suprema. El sistema republicano se representa en los tres poderes y el Poder Judicial juega un rol fundamental. 
No me puedo olvidar de la producción y no me puedo olvidar de que tenemos que salir al mundo, pero sin capitis diminutio. Tenemos que ofrecer reglas claras de juego.  
El ciudadano tiene que convertirse en protagonista, un solo partido político o grupo de dirigentes no puede solucionarlo todo. 
Qué distintos seríamos si siguiéramos el ejemplo de Nelson Mandela, que tras 27 años de cárcel demostró su falta de resentimiento, su amor al prójimo y su pasión para mejorar la situación para todos.

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