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Nueva suspensión del juicio por la muerte de Malvino

La víctima tenía 23 años y era estudiante de Derecho, estaba de vacaciones en Ferrugem y la atacaron cuando increpó a unos argentinos que participaban de una riña. Tres correntinos enfrentarán a un jurado popular en Garopaba.
 

Por El Litoral

Sabado, 21 de octubre de 2023 a las 00:16

n El jueves debía comenzar el juicio por jurados por el homicidio de Ariel Malvino, el joven de 23 años asesinado a golpes en las playas de Ferrugem, en el sur de Brasil, el 19 de enero de 2006. Sus padres, Alberto Malvino y Patricia Martín, ya tenían los pasajes para volar a Florianópolis y presenciar las audiencias, como anhelan desde que comenzaron su lucha para obtener justicia. Pero no viajarán, por el momento. Hace horas recibieron una pésima noticia desde los tribunales de Garopaba: la jueza Rayana Falcao Pereira Furtado, una magistrada “suplente” que asumió en la causa, suspendió el inicio del debate. Es la segunda vez que se posterga.
“Con enorme tristeza recibimos la noticia de que el juicio no empieza el jueves próximo. Será reprogramado. Mientras tanto, la impunidad sigue ganando”, afirmó a La Nación el padre de la víctima.
La traba para comenzar el debate, donde deben ser juzgados tres ciudadanos argentinos –Eduardo Braun Billinghurst, Horacio Pozo (h.) y Carlos Andrés Gallino Yanzi– radica en que el juzgado informó que no había recibido la respuesta acerca de si se cumplió con las notificaciones a los acusados y a los 11 testigos que viven en la Argentina.
El 4 de este mes, en un acto que Malvino definió como “solemne y emocionante”, habían sido elegidos los integrantes del jurado popular.
“Finalmente, el juicio parecía encauzarse. Después de haber fracasado en mayo pasado porque no se iba a llegar a tiempo con las cuestiones formales previas, se había dispuesto nueva fecha para este jueves, a las 9, en Garopaba. Quedarían atrás casi 18 años de incertidumbre y frustración. El sufrimiento, por supuesto, nos acompañará de por vida, eso es irremediable. Sin embargo, el aire fresco que significa todo acto de justicia al menos nos permitiría transitar la vida de una manera distinta”, sostuvo Malvino.
El padre de la víctima remarcó: “Todo estaba previsto: las defensas presentaron sus testigos; la acusación, los suyos; se cambiaba el lugar de celebración del Jury. Los acusados habían nombrado a sus defensores, se había dispuesto la presencia del intérprete, de la policía, se había previsto el personal de limpieza, todo calculado con una precisión suiza. Nada se había dejado librado al azar. A la noche viajaríamos a Florianópolis. Si se cumplían nuestras expectativas, el jueves tendríamos la justicia que Ariel merecía. Sin embargo, era todo un siniestro espejismo, era otra la amarga realidad para nosotros, los padres, nuestro hijo Luca, aquellos que amaban a Ariel, los testigos, y, sobre todo, una falta de respeto al propio Ariel”.
No es la primera vez que el expediente se paraliza por cuestiones burocráticas. En los primeros cuatro años de investigación, la causa no avanzaba por las demoras en la traducción al portugués de las declaraciones indagatorias de los acusados argentinos.
Las notificaciones para los tres acusados y los 11 testigos llegaron al país desde los tribunales de Garopaba por medio de cartas rogatorias, por vía diplomática.
“Como el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto argentino, por medio de su órgano interno de Cooperación Internacional Penal, no hizo su trabajo o no se lo hizo saber a Brasil, no vamos a tener juicio. Y, entonces, al largo camino de 18 años de incongruencias, retardos injustificados, testimonios prestados hasta tres veces por testigos y apelaciones rechazadas sistemáticamente, se suma un nuevo capítulo: la probable negligencia, irresponsabilidad e incompetencia de nuestros órganos competentes, a quienes nunca pedimos absolutamente ninguna prerrogativa, ningún favor, de los que solo pretendemos que cumplan con el papel que les corresponde ante sus ciudadanos”, sostuvo Malvino.
Los cargos
Al igual que Ariel Malvino, los tres acusados, oriundos de Corrientes, habían ido de vacaciones a Ferrugem. En el momento del homicidio, Braun Billinghurst tenía 22 años; Gallino Yanzi, 27, y Pozo (h.), 22. Gallino Yanzi y Pozo (h.) fueron imputados de “forma definitiva” por el delito doloso de lesiones corporales con resultado de muerte. Braun Billinghurst fue acusado de tentativa de homicidio agravado.

Con información del diario La Nación

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