En su mensaje a la Legislatura el 1° de marzo, el Gobernador mencionó el abandono de las obras de la Ruta Nacional 12, en el tramo de 15 Km. entre Riachuelo y el ingreso al camino a Santa Ana. Estas obras están paralizadas desde hace dos años. Es una obra vital para la seguridad de los correntinos y afirmó el Gobernador: “si el gobierno nacional no pretende terminarla que nos ceda a nosotros”. Aparece como un buen desafío.
Si el gobierno provincial toma la obra a su cargo, con muy poca plata se puede habilitar plenamente las dos manos de la autopista que ya están terminadas y en condiciones de tránsito seguro en el tramo desde el Monumento a la Virgen de Itatí hasta el ingreso al camino a Santa Ana, en una extensión de cinco kilómetros y medio.
Retirando algunos montículos de tierra, pavimentar unos pocos metros de calzada y quizás instalar semáforos en el acceso a Santa Ana y en el de la Avenida Armenia frente al monumento del águila. Su viabilidad está fuera de toda duda. Incluso algunos medios informan que ya se habilitó con éxito en días de excesivo tránsito, como cuando se realiza la Fiesta del Dorado en Paso de la Patria o la peregrinación anual a Itatí.
Es una solución económica, al alcance de las decisiones oficiales, para ejecutarlas sin pérdida de tiempo. Permitiría aumentar considerablemente la seguridad en el tránsito. Ya demasiadas víctimas mortales, heridos y daños materiales a costado la situación actual.
El desafío, es una solución previa antes de continuar la obra en su totalidad.