Por Roxana Feldman @roxifeld
Ellitoral.com.arhurgó en el talento creativo de un cineasta que, pese a no vivir en Corrientes desde hace varios años, mantiene intacto el arraigo con su ciudad natal. Enamorado del séptimo arte, pero también de la música, conjuga sus pasiones en cortos, películas y documentales. Benjamín halló en la producción cinematográfica de “El Surubí, un documental”, el disparador para desarrollar en un futuro otros proyectos en locaciones correntinas y afianzar “la identidad del cine” de la Provincia.
El film cuenta la historia de Tulio, un pescador de la zona. A través de un híbrido que entremezcla ficción con realidad, su experiencia es reflejo de las vivencias de otros tantos que también participan de esta competencia reconocida a nivel internacional.
El Litoral: ¿Cómo nació la idea de realizar una película sobre la Fiesta Nacional del Surubí?
Benjamín Delgado: Recuerdo de pequeño que todos siempre hablaban de lo que significaba participar de la famosa “largada de lanchas”. Por distintos motivos, nunca pude participar de la Fiesta y siempre quedó en mí esas ganas de estar ahí. Fue en el invierno de 2014 cuando comencé a sentir seguridad y el fuerte deseo de volcar la experiencia en cosas propias. Se dio todo espontáneamente.
En ese mismo momento recibí el llamado de Juan Pablo Martínez, un amigo goyano. Su llamado fue el disparador para desarrollar las ideas que venía teniendo de filmar la fiesta. Poco tiempo después me junté con Lucía Cavallotti, amiga, coequiper, guionista y directora que se sumó como co-directora.
Como goyano, ¿qué significa la fiesta del surubí?
Tuve la dicha de vivir dieciséis hermosos años en Goya. Es el evento del pueblo que todos tomamos como propio. Justamente el visitante admira el valor que los goyanos le damos a la fiesta. Por esa razón, recibimos montón de manos solidarias para el documental y esa circunstancia le da un adicional en calidad a nuestro trabajo que, sin duda, se va a ver reflejado en el producto final.
¿Por qué contar la historia de Tulio?
Luego de una intensa preproducción, llegó la fecha y fuimos a filmar la Fiesta. Con la enorme mano de Juan Pablo armamos un casting en el Club Naútico desde las 9 de la mañana. Eran las 12 del mediodía y nadie aparecía. Desde lejos vimos a un señor, que se dirigía hacia nosotros con ímpetu, sonriente y estoico. Su sombrero –el que utilizó durante toda la película– le daba mucho estilo. Se acercaba hacia nosotros y transmitía un algo que todavía nos es difícil describir. En ese momento sentí algo fuerte, una especie de conexión energética. Esa sensación interna me dijo “es él”. El señor de sombrero, presencia y elegancia era Tulio.
Luego de Tulio empezaron a caer distintos pescadores, uno tras otro. Entrevistamos a cada uno, nos interiorizamos en sus andanzas y conectamos con el perfil de cada pescador. Agotados de nuestra primer jornada, mientras caía el sol terminábamos de entrevistar al último pescador. El resto de la explicación de por qué elegimos contar la historia de él, será cuestión de que cada espectador al ver el documental pueda sentirse identificado con eso que nosotros encontramos en Tulio.
¿Qué fuentes de inspiración tomaron para construir este híbrido entre ficción y realidad?
La verdad es que no hubo una referencia concreta. Yo creo que la idea surgió de hacer una mixtura entre las experiencias pasadas y las fuertes ganas de hacer cine. Buscábamos darle un tono cinematográfico, que escape al formato entrevista y al material de archivo con voz off. Queríamos contar una historia en un contexto de lo que verdaderamente sucede. La estética la fuimos hablando y sintiendo. En lo que respecta a la creación, no todo el tiempo se tiene conciencia y palabra de lo que se está haciendo, pero uno sí sabe hacia donde quiere ir. Fuimos a filmar con varias decisiones y otras las tomamos ahí, in situ. Y esa es una de las cosas que más me apasiona de ser realizador.
¿Qué aspectos del evento quisieron resaltar en la película?
Con la Fiesta del Surubí sucede algo y es que está llena de actividades y millones de historias por contar. Al llegar a Goya teníamos claro que queríamos centrar nuestra historia en un pescador y contextualizarla durante la Fiesta. Lo que más nos interesaba captar era la largada de lanchas. Ese mega evento que tantas emociones me generaba de cuando pequeño. Recuerdo que cuando terminó de pasar la última lancha y apagué la cámara, me pude liberar y solté un gran conjunto de lágrimas de tanta emoción acumulada. Sí hay una gran orientación en destacar la naturaleza del lugar y el río.
¿Cuánto tiempo les tomó?
El proyecto, concretamente, arrancó en octubre de 2014. Y todavía sigue. Los procesos creativos escapan del tiempo normal que se maneja a diario. Si bien uno utiliza parámetros de trabajo, la idea se te viene a la cabeza en el momento menos pensado, y a decir verdad, suele ser siempre fuera del “horario de trabajo”. El proyecto se está terminando de montar, y luego quedan las etapas de posproducción y más adelante las instancias de festivales y difusión del proyecto.
¿Cuál es el objetivo que deseas conseguir una vez que se estrene la película?
La idea es que se estrene y que la gente en todos lados, a nivel nacional e internacional, pueda conocer más sobre la vida de un particular pescador de río y sobre la Fiesta Nacional del Surubí.
La idea es continuar filmando. Tenemos muchísimas ganas de contar historias y en la medida en que podamos, de transmitir la idiosincracia correntina. Concretar todo eso lleva tiempo y dinero, así que aquí estamos... Dispuestos a seguir y a encontrar la manera para lograrlo.
Trailer:
Documental Fiesta del Surubi / actualmente en posproducciónfromBenjamin DelgadoonVimeo.
Toda la información sobre el proyecto en http://delsurubi.wix.com/elsurubi
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