El fatídico 2 de septiembre de 2007 golpeó fuerte. Elsa Blanca Romero Feris nos dejaba con apenas 62 años. La tristeza y el vacío de su ausencia invadió todo. Pero su cálidez, solidaridad y cariño perduran en el tiempo pese a su ausencia física. La dulce Elsa vive en los recuerdos de cada uno de quienes tuvieron el placer de conocerla y en sus obras, un faro para todos.
De Juan Romero y Adela Feris, sus padres, aprendió el apego por el trabajo y el servicio a los demás. Fue una de las primeras damas de la región en apoyar y difundir las actividades de las mujeres. Contribuyó con los emprendimientos de la familia y dirigió el diario El Litoral.
Rompió esquemas e imposiciones culturales en cada uno de sus emprendimientos. Sorprendió a todos al inaugurar un espacio dedicado a lo femenino: La Casa de la Mujer, lugar de encuentro donde se capacitó en varias disciplinas.
Luego creó el suplemento Mujer que se publicaba en este medio. Fue una mujer audaz y muy capaz, fue siempre inclusiva, no supo distinguir credos, sexo, raza, ni condición social.
Siempre de espíritu solidario, Elsa promovió diversas iniciativas y actividades sociales en Corrientes. Supo ganarse el respeto y el afecto de la comunidad y el amor de cada uno de los integrantes de su familia.
Apasionada, laboriosa, diligente, promovía equipos de trabajo y no descuidaba ningún detalle. Era su característica, una fuerte personalidad y una enorme sensibilidad humana, la destacaron siempre, aún hoy, 16 años de su partida.
Nunca bajó los brazos y sus obras siguen vigentes. Su sonrisa acompaña siempre a los amigos, hermanos, primos y sobrinos. Su amor perdura hoy y siempre.