Cabe recordar que la intendente Salazar en un principio fue suspendida en sus funciones a fines de agosto y, más adelante, a mediados de septiembre los ediles decidieron destituirla. En la oportunidad, la jefa comunal expresó que no le dieron la oportunidad de pedir una auditoría para que se determine fehacientemente que existió “despilfarro” como la acusa la oposición.
Luego de esta situación, la presidente del Concejo Municipal, María Victoria Caillava quedó a cargo de la comuna local y tiene el apoyo de sus pares y de su estructura partidaria. Mientras tanto, el presidente del Partido Nuevo, Raúl Romero Feris, nunca medió en este conflicto, aunque pidió que no se realicen internas partidarias.
Según la intendente destituida, que no se lleven adelante las internas partidarias hizo que se agrave aún más la situación dentro del partido naranja de Nueve de Julio.
De cualquier modo, luego de las elecciones Ejecutivas el nuevismo de la localidad sanroqueña continúa dividido. Tanto es así que dentro de las tres principales opciones que tendrá la comunidad en el cuarto oscuro el 23 de octubre, dos serán representantes del Partido Nuevo.
Los candidatos naranjas son por un lado Jorge Bertón, y por el otro lado José Insaurralde, esposo de la intendente destituida. Según las declaraciones que realizó a El Litoral, Salazar dijo que las elecciones el pasado 2 de octubre se llevaron a cabo normalmente aunque el candidato al que apoyaron, Carlos Rubín, no haya conseguido el triunfo a nivel provincial.
Mientras tanto, la intendente destituida comentó que espera el fallo del Superior Tribunal de Justicia para saber si va a poder volver a la intendencia antes del 10 de diciembre. Sin embargo, Salazar opinó la Justicia es “tan lenta que no confío en que se resolverá esta cuestión a la brevedad”.
Por este motivo, manifestó que tiene la expectativa de que “mi esposo gane las elecciones y vuelva al municipio para continuar trabajando por el pueblo. Yo creo que va a ganar”, señaló. En este sentido, dijo que la elección estará “peleada” entre su marido, Insaurralde, y el candidato de la UCR, el actual concejal Atilio Palavecino.
En cuanto a la división existente en la fuerza naranja, Salazar reveló que están dialogando con el concejal Jorge Moreira, representante de la otra parte, y Aguirre que es el vocero del Partido. No obstante, María Victoria Caillava, presidente del Concejo a cargo del Ejecutivo, aseguró que “el Panu va solo, no hace alianza con nadie, el Frente (Unidos por Corrientes) va por su lado, y el otro panuista, Insaurralde también va solo”.
De esta manera, Caillava aseguró que no volverán a unificar el Panu porque sería apoyar la gestión de Salazar que “fue malísima” es por eso que “nosotros vamos con el sello del Panu y el candidato es Jorge Berton”, afirmó. Ante la debilidad que demuestra el nuevismo por presentarse dividido en las elecciones, la actual intendente expresó que “la gente el 2 de octubre no lo votó a Palavecino, votó la buena gestión del señor (Ricardo) Colombi, es por eso que estoy segura que el 23 el radicalismo bajará los votos”.
Por este motivo, Caillava señaló que siguen trabajando junto con el equipo de trabajo que apoya la candidatura de su marido y “seguimos recorriendo las calles y estamos luchado para salir victoriosos”.
Con respecto a la denuncia por malversación de fondos que presentaron ante la Justicia contra la destituida María del Carmen Salazar, la actual intendente dijo que cuando se hicieron cargo del municipio en la cuenta de la comuna había 42 pesos por un lado y 70 pesos por otro. Por ello, estimó que volver a juntar las dos partes del Partido Nuevo, le quitaría electores porque “la gestión anterior fue malísima”.
CONFLICTIVOS
Los últimos años, los municipios de Segunda y Tercera Categoría fueron, y algunos siguen siendo escenarios de constantes conflictos entre sectores políticos antagónicos, o como es el caso de Nueve de Julio por cuestiones partidarias internas.
Los casos que más resonaron en los últimos tiempos son el de las comunas de Palmar Grande, San Carlos y Pueblo Libertador. En las tres localidades se atravesaron problemáticas por la puja de poderes que incluían intendentes “atrincherados” y en procesos de juicios políticos. Todavía hoy, existen localidades que esperan fallos de la Justicia provincial, pero se hacen esperar más de lo planificado.