En momentos en que nuevamente se cierne sobre el mundo entero una dolorosa incertidumbre sobre la salud del Papa Juan Pablo II, acaba de ser presentada en Roma la última obra (la quinta de su producción) del anciano Pontífice, titulada “Memoria e Identidad, conversaciones entre milenios”.
En el libro, el Papa refexiona sobre los grandes totalitarismos del siglo XX (el nazismo y el comunismo) que vivió en carne propia en su Polonia natal y que define como “ideologías de la prepotencia”.
El libro es el resultado de las conversaciones que en el verano de 1993, Juan Pablo mantuvo con dos prestigiosos filósofos polacos.
En oportunidad del lanzamiento de esta obra, fue aclarado un concepto papal que había provocado airadas reacciones judías.
“El Papa no pone en el mismo plano al Holocausto y el aborto, sino que llama la atención sobre las tentaciones permanentes de la humanidad, que no es inmune al peligro del mal, aún viviendo en sistemas liberales”, se dijo.
Al meditar sobre la democracia y la libertad, condena muy duramente el aborto, al que define como “un exterminio legal de seres concebidos y aún no nacidos”, aunque en ningún momento lo parangona con el holocausto, como se interpretó erróneamente, provocando la reacción de entidades judías alemanas.
El libro tendrá 14 ediciones en 11 idiomas y se espera que en los próximos días, ya sea difundido en la Argentina y otros países latinoamericanos.
En las 227 páginas y 26 capítulos de “Memoria e Identidad”, el Papa revela por primera vez sus sensaciones tras haber sufrido el atentado del 13 de mayo de 1981. Lo hace en el último capítulo, un epílogo en el cual discurre, además, sobe temas actuales como el terrorismo. Menciona los atentados a Nueva York en 2001 (las torres gemelas), en la estación española de Atocha y la masacre de Beslan, ambos en 2004.
“¿Dónde nos llevarán todas estas erupciones de violencia”, se pregunta Juan Pablo que, de todos modos, invita a tener esperanza en el futuro. “Cada sufrimiento, cada dolor, cada enfermedad, encierra una promesa de salvación, una promesa de alegría (...) Esto vale por cualquier sufrimiento provocado por el mal; vale también por ese enorme mal social y político que hoy trastorna al mundo: el mal de las guerras, de la opresión de los individuos y de los pueblos; el mal de la injusticia social, de la dignidad humana pisoteada; de la discriminación social y religiosa; el mal de la violencia y el terrorismo, de la carrera armamentista. Todo esto existe en el mundo también para despertar el amor, que es don de uno mismo en el servicio generoso y desinteresado a quien sufre”.
Leer este libro es una buena oportunidad para disipar las dudas que aquejan al mundo de nuestros días.
En el libro, el Papa refexiona sobre los grandes totalitarismos del siglo XX (el nazismo y el comunismo) que vivió en carne propia en su Polonia natal y que define como “ideologías de la prepotencia”.
El libro es el resultado de las conversaciones que en el verano de 1993, Juan Pablo mantuvo con dos prestigiosos filósofos polacos.
En oportunidad del lanzamiento de esta obra, fue aclarado un concepto papal que había provocado airadas reacciones judías.
“El Papa no pone en el mismo plano al Holocausto y el aborto, sino que llama la atención sobre las tentaciones permanentes de la humanidad, que no es inmune al peligro del mal, aún viviendo en sistemas liberales”, se dijo.
Al meditar sobre la democracia y la libertad, condena muy duramente el aborto, al que define como “un exterminio legal de seres concebidos y aún no nacidos”, aunque en ningún momento lo parangona con el holocausto, como se interpretó erróneamente, provocando la reacción de entidades judías alemanas.
El libro tendrá 14 ediciones en 11 idiomas y se espera que en los próximos días, ya sea difundido en la Argentina y otros países latinoamericanos.
En las 227 páginas y 26 capítulos de “Memoria e Identidad”, el Papa revela por primera vez sus sensaciones tras haber sufrido el atentado del 13 de mayo de 1981. Lo hace en el último capítulo, un epílogo en el cual discurre, además, sobe temas actuales como el terrorismo. Menciona los atentados a Nueva York en 2001 (las torres gemelas), en la estación española de Atocha y la masacre de Beslan, ambos en 2004.
“¿Dónde nos llevarán todas estas erupciones de violencia”, se pregunta Juan Pablo que, de todos modos, invita a tener esperanza en el futuro. “Cada sufrimiento, cada dolor, cada enfermedad, encierra una promesa de salvación, una promesa de alegría (...) Esto vale por cualquier sufrimiento provocado por el mal; vale también por ese enorme mal social y político que hoy trastorna al mundo: el mal de las guerras, de la opresión de los individuos y de los pueblos; el mal de la injusticia social, de la dignidad humana pisoteada; de la discriminación social y religiosa; el mal de la violencia y el terrorismo, de la carrera armamentista. Todo esto existe en el mundo también para despertar el amor, que es don de uno mismo en el servicio generoso y desinteresado a quien sufre”.
Leer este libro es una buena oportunidad para disipar las dudas que aquejan al mundo de nuestros días.
