Tres funcionarios de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), el ingeniero Sánchez, el supervisor Salas y el jefe de la Zona Octava de Virasoro, llegaron hasta Santo Tomé para tomar contacto directo con la problemática causada por el desmoronamiento de un tramo de ruta 94, echo que complica la situación de los pobladores de Atalaya, paraje ubicado a un kilómetro al noreste de la ciudad de Santo Tomé, a orillas del arroyo Itá Cuá. Tanto es el problema que esta semana, para llegar a la ciudad debe ser trasladados en una embarcación que cedió la Prefectura local.
El paso provisorio, acordado en una reunión que los técnicos de Vialidad mantuvieron con integrantes de Defensa Civil local, será hasta que mejoren las condiciones tanto meteorológicas como la creciente del río Uruguay que comienza a preocupar. Por ahora se prevé reparar el terraplén que cedió en esa zona con el trabajo de las máquinas del organismo provincial que ya comenzaron con los arreglos.
Las intensas precipitaciones pluviales y la crecida del Uruguay golpearon dura una parte del terraplén de la ruta 94, a la altura del Itá Cuá, afluente del río Uruguay hasta que se hundió un tramo y dejó aislado del casco urbano a los pobladores de Colonia Gobernador Ruíz, conocida como paraje Atalaya, como así también vecinos, productores y las comunidades de José Rafael Gómez (Garabí) y Garruchos.
El desmoronamiento comenzó a producirse en la tarde del lunes 13 de junio a la altura del arroyo Itacuá, comúnmente conocido como “los tres tubos”. A lo ancho de la cinta asfáltica comenzó a ganar terreno una abertura de grandes dimensiones que impidió desde ese momento el tránsito vehicular y peatonal. Por tal motivo, personal de Defensa Civil trabajó en los últimos días en la asistencia a los afectados. El viceintendente Víctor Giraud a cargo del Ejecutivo municipal, el presidente del Concejo Deliberante, Eduardo Buero, el director de la Unidad Regional V, comisario inspector Santos Angel López, el jefe de la Prefectura Santo Tomé, prefecto Humberto Haunau, y el presidente de Bomberos Voluntarios, Carlos Romagnolo evaluaron la situación en el lugar.
CAMINO ALTERNATIVO
Si bien existe un camino alternativo para las personas que no quieran pasar en lancha o prefieran movilizarse en un automóvil particular, pero requiere estar dispuesta a emprender una odisea por la zona norte del departamento Santo Tomé. Los automovilistas tienen la opción de tomar la ruta número 14, aunque para llegar al camino nacional deberían hacer unos cuantos kilómetros más pues se debe ir hasta Virasoro y tomar un camino de tierra de unos 30 kilómetros y de ahí regresar hasta el pueblo de Santo Tomé. Sin embargo, quienes conocen la zona, afirman que con lluvias como las que se registraron ayer todo el día sobre la localidad fronteriza, tomar el camino alternativo es peligroso.
La ruta provincial 94, fue asfaltada hace más de treinta años y desde entonces jamás se realizó un mantenimiento serio, lo que llevó a un deterioro en prácticamente sus 80 kilómetros de extensión, entre Santo Tomé y la localidad de Azara, Misiones. Los pedidos fueron infructuosos a todos los gobiernos de turno, pero nunca hubo una respuesta más expresiones de deseos.
Ahora, con el derrumbe de esta semana, el Concejo Deliberante envió una nota al ministro de Obras Públicas de la provincia, Arturo Colombi, solicitando que, con carácter urgente, se le de una solución a este problema.