Muestras de intenso dolor y congoja es la postal que hace tres días se repite en la casa ubicada por la calle Hernandarias al 3.600, en el barrio Quilmes. El hogar de Waldemar Emilio Blanco, “Kukito” como lo llamaban sus seres queridos; el joven muerto por un balazo en la cabeza cuando se enfrentaron en la madrugada de sábado a la salida de un boliche seguidores de “Yiyo y los chicos 10” y “Eclip’c”. Pero el chico de 16 años aún no puede “descansar en paz” ya que no cuenta con un nicho propio donde alojarlo, por lo que fans yiyeros -como era él- iniciaron una colecta para juntar fondos y comprar un terreno para su destino final.
“Mientras está en un nicho prestado en el cementerio San Juan Bautista, pero es muy precario, sin tapa ni revoque”, contó su primo Daniel Blanco a El Litoral. Por ello, “entre los seguidores de Yiyo estamos juntando 1.300 pesos para pagar un terreno con un nicho que nos ofrecieron, donde lo alojaremos. En un día ya juntamos $800”, resaltó luego, dando cuenta las muestras de solidaridad y acompañamiento de la gente.
Cabe recordar que esta problemática de falta de espacio en el cementerio San Juan Bautista ya fue publicada en ediciones pasadas en este diario. Incluso algunos deben recurrir a camposantos de otras localidades cercanas para alojar al familiar fallecido.
La urna con el dinero recolectado fue entregada ayer a los padres de “Kukito”, Ramón y Esther Blanco, previo al rezo de los tres días que en el hogar se realizó con la compañía de amigos y familiares, algunos de ellos llegaron desde Buenos Aires para acompañarlos. También estaban sus hermanos, Lorena, Lucrecia, Lili, Antonio y Margarita. Ninguno encontraba explicación a la repentina e inexplicable muerte de este “inquieto, pero buen muchacho”, como lo describieron sus amigos.
Respetuoso del silencio que eligió adoptar la familia, El Litoral los acompañó durante la ceremonia religiosa. Las imágenes eran elocuentes, decenas de amigos que se acercaban a acompañar a los padres y hermanos y algunos fans que lo conocían poco, pero sin embargo querían “estar ahí”, compartiendo ese dolor, en un intento de mitigarlo.
Sin consuelo
Esther, una mamá que nunca encontrará explicación al arrebato que le hicieron de su hijo de 16 años estuvo pegada a la mesa que se transformó en un improvisado altar para el rezo. Sobre ella, estaba una fotografía de “Kukito”, sonriente con su remera del club de fútbol favorito, un rosario, velas, y una copa con coca cola -su bebida preferida-. “Todavía está shockeada por lo que pasó, no puede entenderlo”, contó uno de sus familiares.
“Le decíamos Kukito porque cuando era chico no quería bañarse, entonces le cargábamos que se iba a llenar de cuquitos” (NdR: comúnmente se le dice ‘cuquito’ al piojo de la gallina), explicó su primo Daniel, que hasta dos semanas trabajaba para el líder de la banda “Yiyo y los chicos 10”, Roberto Ibarra.
“Tiraban a matar”
También estaba Alberto Fabián Blanco (25), primo de Emilio, quien también fue herido de bala durante el enfrentamiento con los seguidores de Eclip’c. “Cuando le disparan a ‘Kukito’ yo levanto la mano para pedir ayuda y me disparan, la bala rozó mi mano y me quitó un poco de piel. Cuando lo cargo para trasladarlo al hospital me vuelven a disparar y ahí la bala me da en la pierna derecha”, contó el joven mientras mostraba las heridas del ataque. “Más de 30 balas fueron, que provenían de unos cinco autos, aproximadamente”, recordó.
“Tiraban a matar, no importó quien se cruzaba en su camino. Estábamos a 25 o 30 metros de ellos”, resaltó luego.
Líder presente
Entre quienes participaban del rezo por el eterno descanso del alma de Waldemar Emilio Blanco se encontraba Roberto “Yiyo” Ibarra. Es que más allá de que el joven era utilero del grupo que lidera, el cantante le tomó mucho cariño durante estos dos años que trabaja con él. Al igual que la familia de “Kukito”, prefirió no dar declaraciones ya que se encontraba muy acongojado por lo ocurrido.
“No quiere hablar, está muy mal con todo esto que pasó”, dijo Daniel. No obstante, comentó que el líder cumbiero “se comprometió a hacerse cargo del costo por la construcción de los otros tres nichos que se levantarán en el terreno. El quería pagar todo, pero por decisión de los seguidores quisimos juntar nosotros la plata para el nicho de ‘Kukito’”, acotó luego.
Tanto familiares y amigos del chico asesinado señalaron que no buscan venganza contra los seguidores de Eclip’c -“porque no todos son mala gente, hay buena también”, aclararon-; “sólo queremos justicia, y que este caso no quede impune y en el olvido”, sostuvieron.
“Mientras está en un nicho prestado en el cementerio San Juan Bautista, pero es muy precario, sin tapa ni revoque”, contó su primo Daniel Blanco a El Litoral. Por ello, “entre los seguidores de Yiyo estamos juntando 1.300 pesos para pagar un terreno con un nicho que nos ofrecieron, donde lo alojaremos. En un día ya juntamos $800”, resaltó luego, dando cuenta las muestras de solidaridad y acompañamiento de la gente.
Cabe recordar que esta problemática de falta de espacio en el cementerio San Juan Bautista ya fue publicada en ediciones pasadas en este diario. Incluso algunos deben recurrir a camposantos de otras localidades cercanas para alojar al familiar fallecido.
La urna con el dinero recolectado fue entregada ayer a los padres de “Kukito”, Ramón y Esther Blanco, previo al rezo de los tres días que en el hogar se realizó con la compañía de amigos y familiares, algunos de ellos llegaron desde Buenos Aires para acompañarlos. También estaban sus hermanos, Lorena, Lucrecia, Lili, Antonio y Margarita. Ninguno encontraba explicación a la repentina e inexplicable muerte de este “inquieto, pero buen muchacho”, como lo describieron sus amigos.
Respetuoso del silencio que eligió adoptar la familia, El Litoral los acompañó durante la ceremonia religiosa. Las imágenes eran elocuentes, decenas de amigos que se acercaban a acompañar a los padres y hermanos y algunos fans que lo conocían poco, pero sin embargo querían “estar ahí”, compartiendo ese dolor, en un intento de mitigarlo.
Sin consuelo
Esther, una mamá que nunca encontrará explicación al arrebato que le hicieron de su hijo de 16 años estuvo pegada a la mesa que se transformó en un improvisado altar para el rezo. Sobre ella, estaba una fotografía de “Kukito”, sonriente con su remera del club de fútbol favorito, un rosario, velas, y una copa con coca cola -su bebida preferida-. “Todavía está shockeada por lo que pasó, no puede entenderlo”, contó uno de sus familiares.
“Le decíamos Kukito porque cuando era chico no quería bañarse, entonces le cargábamos que se iba a llenar de cuquitos” (NdR: comúnmente se le dice ‘cuquito’ al piojo de la gallina), explicó su primo Daniel, que hasta dos semanas trabajaba para el líder de la banda “Yiyo y los chicos 10”, Roberto Ibarra.
“Tiraban a matar”
También estaba Alberto Fabián Blanco (25), primo de Emilio, quien también fue herido de bala durante el enfrentamiento con los seguidores de Eclip’c. “Cuando le disparan a ‘Kukito’ yo levanto la mano para pedir ayuda y me disparan, la bala rozó mi mano y me quitó un poco de piel. Cuando lo cargo para trasladarlo al hospital me vuelven a disparar y ahí la bala me da en la pierna derecha”, contó el joven mientras mostraba las heridas del ataque. “Más de 30 balas fueron, que provenían de unos cinco autos, aproximadamente”, recordó.
“Tiraban a matar, no importó quien se cruzaba en su camino. Estábamos a 25 o 30 metros de ellos”, resaltó luego.
Líder presente
Entre quienes participaban del rezo por el eterno descanso del alma de Waldemar Emilio Blanco se encontraba Roberto “Yiyo” Ibarra. Es que más allá de que el joven era utilero del grupo que lidera, el cantante le tomó mucho cariño durante estos dos años que trabaja con él. Al igual que la familia de “Kukito”, prefirió no dar declaraciones ya que se encontraba muy acongojado por lo ocurrido.
“No quiere hablar, está muy mal con todo esto que pasó”, dijo Daniel. No obstante, comentó que el líder cumbiero “se comprometió a hacerse cargo del costo por la construcción de los otros tres nichos que se levantarán en el terreno. El quería pagar todo, pero por decisión de los seguidores quisimos juntar nosotros la plata para el nicho de ‘Kukito’”, acotó luego.
Tanto familiares y amigos del chico asesinado señalaron que no buscan venganza contra los seguidores de Eclip’c -“porque no todos son mala gente, hay buena también”, aclararon-; “sólo queremos justicia, y que este caso no quede impune y en el olvido”, sostuvieron.
