Estos resultados fueron dados a conocer tras las primeras recorridas de los equipos integrados por personal de la Municipalidad de Corrientes y del Ministerio de Salud de la Provincia, quienes empezaron a desarrollar de manera conjunta operativos de relevamiento y prevención de enfermedades emergentes. Entre los primeros barrios recorridos se cuentan Lomas del Mirador, Pujol y San Marcos.
Según informó una de las coordinadoras de los operativos, las acciones comenzaron el miércoles y continuaron ayer en lo que es el primer tramo del trabajo, que abarca también a los barrios Víctor Colas, Anahí y Río Paraná.
Si bien se tenía pensado terminar el jueves con las tareas en esta zona de la capital, la complejidad del escenario encontrado obligó a extender el accionar de los agentes sanitarios.
“Lo que más nos preocupa es la proliferación de minibasurales en todos los barrios”, comentó una de las encargadas de la recorrida. La profesional recordó que estas acumulaciones de residuos espontáneas que se generan por la falta de cuidado de los vecinos constituyen entornos ideales para la proliferación de enfermedades como la leishmaniasis o la leptopirosis.
Otra de las situaciones detectadas con frecuencia es la abundancia de cacharros, es decir, de recipientes de todo tipo que puedan acumular agua estancada, convirtiéndose en potenciales criaderos de Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue.
Con respecto a ese punto, los profesionales a cargo del operativo señalaron que el índice vectorial en Corrientes es alto, lo que confirma la posibilidad de que se registre un nuevo brote en la ciudad.
Según explicaron los encargados de recorrer los primeros barrios, el índice vectorial es un cálculo que se realiza de acuerdo a la cantidad de potenciales criaderos, la cantidad de larvas y la cantidad de mosquitos adultos detectados en cada zona. “Si tenemos un índice vectorial de 1, ya hay peligro de dengue y en Corrientes el barrio con menor índice tiene 4, mientras que hay zonas donde el número trepa a 28”, co-mentó uno de los coordinadores de las actividades preventivas.
Pese a esta situación de riesgo, durante los primeros días de trabajo no se detectaron personas con síntomas febriles. Tampoco se hallaron, hasta el momento, animales domésticos con lesiones que puedan hacer sospechar de la presencia de leishmaniasis.
Cabe recordar que las tareas se desarrollan en conjunto entre agentes sanitarios de Salas de Atención Primaria de la Salud (Saps), encargados de recorrer los barrios, y los profesionales de los Centros de Atención Primaria de la Salud (Caps), que actúan como bases de relevamiento. En un segundo tramo del operativo de rastrillaje integral, que pretende abarcar toda la ciudad, se recorrerán los barrios Itatí, Pi-rayuí y Sapucay, entre otros.