Conocida ayer por el tren, en particular por la ubicación de su estación, punto de contacto con Goya, y actualmente por un chamamé que se convirtió en uno de los himnos de la música regional como es “Bajo el cielo de Mantilla”, además de su naciente balneario, Pedro R. Fernández, paulatinamente progresa para convertirse en un rincón pujante y que sabe poner en valor su historia y sus recursos naturales para provecho de los vecinos, así como para quienes eligen visitarlo.
Una particularidad de este lugar es que se lo nombra con dos títulos, por un lado Mantilla (ex legislador, historiador y periodista), por la terminal ferroviaria que marcaba el empalme hacia la segunda ciudad de la provincia y sobre la que se formó el poblado, y Pedro R. Fernández, denominación oficial de la localidad que homenajea a un ex vicegobernador correntino. Por ello es inevitable remarcar que el tren fue parte insigne de su génesis, sus primeros habitantes y hasta fines del siglo pasado gran parte de la población tuvo algún tipo de vínculo con la actividad de las vías férreas, lo cual hoy se enarbola como memoria y rescate a través de una importante labor efectuada por la Municipalidad, que consistió en la recuperación integral de la “vieja estación”.
Esta comuna fue pionera en restaurar este inmueble que forma parte de los sentimientos más profundos de los mantillenses, con la intención de establecer un espacio de conservación histórica y utilidad para las nuevas generaciones. En tal sentido, se acondicionó el ex galpón de las maquinarias para convertirlo en un boliche, en el que los jóvenes de la microrregión disfrutan de alternativas de baile y recreación, lo cual marcó un punto novedoso en esta parte de la provincia.
Paralelamente se refaccionó la estación y hoy es un museo en el que se guarda y está disponible para la visita del público una serie de objetos vinculados al patrimonio ferroviario como telégrafos, tickets, candiles, uniformes del personal que allí prestó funciones, así como diversos objetos de antaño, como muebles. Además hay una muestra fotográfica que retrata el paso del tiempo y el estado de la terminal en su época pasada y en el presente, con los procesos de arreglos; en tanto que también la localidad expone con orgullo su bandera, confeccionada en los últimos años.
Este sitio es un lugar digno de conocer en toda su integridad, ya que si bien los espacios interiores recibieron mejoras, también se aprecia renovaciones en su exterior, ya que los más pequeños pueden disfrutar de juegos integradores, así como para el goce de las familias en general que se acercan de localidades vecinas para pasar un momento de esparcimiento. Además el predio luce un bello parquizado y senderos que le dieron vitalidad.
Carta de presentación
En este contexto, la canción “Bajo el cielo de Mantilla”, compuesta por Teresa Parodi y Mateo Villalba, marcó en los últimos años una carta de invitación a conocer este rincón de Corrientes por su historia y descripción.
“Influye, mucha gente se acerca a conocernos a partir de este chamamé”, comentó a El Litoral el intendente César Acevedo, quien destacó que “recibimos la vista de gente de diferentes provincias, incluso de varios países como Paraguay, y con quienes compartimos ciertas costumbres y por la canción pasan por la zona y pasean”.
Otros lugares para conocer son la iglesia en honor a Nuestra Señora del Carmen, con una remozada fachada, al igual que las plazas San Martín y la De la Madre, esta última en el acceso a la localidad, con diversas mejoras estéticas.
