Del operativo participó el Ministerio de Producción, a través de la Dirección de Producción Vegetal y la Dirección de Zoonosis de la Municipalidad de Corrientes y el programa fue coordinado por la Dirección de Vigilancia y Monitoreo del Senasa.
Dos especies de este género, A. cantonensis y A. costaricensis se destacan desde el punto de vista sanitario al representar un riesgo para la salud humana. El primero de ellos es causante de meningoencefalitis y el segundo es agente causal de angiostrongilosis abdominal.
El trabajo se focalizó en el barrio Yapeyú de la capital correntina, ya que allí se detectó la mayor presencia de la especie.
Además, se realizaron capacitaciones dirigidas a organismos provinciales en donde se informaron detalles del Sistema de
Vigilancia, que se implementa en el país desde la primera detección del Caracol Gigante Africano en Misiones, en 2010.
Conjuntamente, el Senasa y el Ministerio de Producción brindaron información sobre los aspectos morfológicos, biológicos, taxonómicos y ecológicos del sistema de monitoreo y el método de control.
Luego del operativo se enviaron 50 muestras al Instituto Nacional de Medicina Tropical que se encuentra en Puerto Iguazú, Misiones, y los análisis arrojaron resultados negativos respecto de la presencia de parásitos que puedan transmitir enfermedades en los humanos.
Las autoridades recomendaron no mantener contacto directo con el molusco ni con su baba y continuar con acciones de monitoreo y control para la contención de la especie y evitar su dispersión.
Además, el Senasa planteó la necesidad de continuar con la capacitación a personal competente de delegaciones municipales, provinciales y nacionales para la prevención y difusión de la problemática.