La investigación sobre la dudosa muerte de Carlos Menem Junior tendrá una instancia definitoria en breve por parte de peritos expertos que intentarán determinar si el helicóptero en el que viajaba recibió disparos de bala y, por ende, se trató de un atentado.
Esa es la única prueba científica pendiente y que determinará el futuro inmediato de la causa, reabierta en 2010, más allá de los testimonios que en los próximos días brindarán el ex presidente Carlos Menem y su hermano Eduardo.
Hasta ahora, la hipótesis principal era que se había tratado de un accidente, pero ahora todas las medidas de prueba conducen a investigar la posibilidad de un atentado, tal cual siempre denunció la ex primera dama Zulema Yoma.
La pericia científica a cargo de expertos del Conicet ya fue ordenada por el juez y la pasada semana hubo reuniones para coordinar el trabajo, pues los peritos tiene previsto comenzar las tareas el próximo 4 de agosto.
En principio ya se eligieron las fotografías a peritar y el juez se reunirá esa jornada con los especialistas para comenzar las tareas que, se presume, demorarán varios días.
El estudio es un comparativo de imágenes computarizadas entre aquellas captadas en video apenas ocurrido el accidente y las fotografías que tomó la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil de la Fuerza Aérea, realizadas en el lugar de los hechos y en el hangar donde estuvieron depositados los restos del helicóptero.
Se intenta determinar de esta forma si en algún lugar de la aeronave se observan orificios compatibles con disparos de bala, lo que confirmaría un atentado aquel 15 de marzo de 1995.
En el informe presentado en la causa por la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil de la Fuerza Aérea se “descartó en forma absoluta que existieran roturas por elementos explosivos y/o proyectiles”.
En cambio, la Gendarmería expresó en su intervención que “existen perforaciones, deformaciones e irregularidades atribuibles a impactos de proyectiles de armas de fuego”.
Según indicaron fuentes judiciales con acceso a la causa, de dar algún indicio la pericia sobre la existencia de disparos, puede que se reactive una medida de prueba que quedó en suspenso: la exhumación del cuerpo de Carlitos, que había sido requerida por la querella de Zulema Yoma pero que luego se suspendió a raíz del impacto que podría provocar la medida en la ex primera dama.
Por lo pronto, en sus declaraciones, el ex presidente Menem y su hermano Eduardo no prevén aportar elementos de importancia para la causa, más allá de que el actual senador nacional habría confesado a su ex esposa en la intimidad en enero pasado que el joven murió como consecuencia de un atentado.
“Que, como complemento de mi escrito anterior, en el cual ratifiqué mis declaraciones periodísticas de estos días en el sentido de que mi ex esposo me había manifestado que la muerte de nuestro hijo Carlos Saúl fue obra de un atentado y no de un accidente, vengo a agregar ahora que, en esa misma oportunidad, Menem me aseguró que a nuestro hijo le habían pegado un tiro en la cabeza”, señaló en un escrito que presentó Zulema ante el juez federal Carlos Villafuerte Ruzo.
Duele y molesta que haya tenido que pasar tantos años para que la Justicia reactive la investigación por la muerte del hijo del ex presidente y actual senador, algo que desde prácticamente el mismo momento en que sucedió la tragedia, su madre aseguró que se trató de un atentado.