“Hace algunos años, cuando caminábamos, varios no teníamos para comprar algo para comer en el camino, entonces decidimos armar un grupo que con el paso del tiempo se fue ampliando”, contó Lili Morales quien, junto con amigos, servía ayer mate cocido con torta frita a los peregrinos.
Cada uno donó algo y así prepararon todo para darle un “refrigerio” a los caminantes sin ningún costo.
Para ello, desde horas tempranas, Dani, Rita, Gaby, Rolo, Ana, Adri, Pili, Chano, Nacho, Mile, Rito y Lili se instalaron a la vera de la Ruta 8. Allí, improvisaron una cocina en la que amasaban y fritaban las tortas.