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Padres golpeados

Por El Litoral

Lunes, 07 de enero de 2019 a las 04:03

Por José Ceschi

¡Buen día! Hablar de padres golpeadores es bastante frecuente, porque son muchos -demasiados- los padres que usan violencia contra sus hijos. Pero desde hace un tiempo a esta parte los padres golpeados -y sobre todo las madres- constituyen un porcentaje cada vez mayor.
El tema está siendo tratado por los especialistas de diversas áreas, dado que se trata de un problema complejo y de causas muy diversas. Hay que decir, además, que cuando se habla de padres golpeados, los golpes no son necesaria ni exclusivamente físicos. Existen muchas maneras de golpear a las personas, y las heridas que provocan los golpes afectivos superan casi siempre las consecuencias de las agresiones físicas.
Claro que, en el caso de hijos golpeadores, lo que más duele a los padres no son los golpes físicos, sino el rechazo afectivo representado por la agresión. En el ámbito familiar nadie agrede físicamente a nadie si no subyace un conflicto afectivo que desencadena el conflicto.
Debe quedar en claro también que, salvo rarísimas excepciones, los hijos no agreden a los padres si no hay un “caldo de cultivo” provocado por situaciones conflictivas en el ámbito familiar. Silvia Weinsten, psicóloga especializada en el tratamiento a padres golpeados, dice en una entrevista que hay varios puntos en común: “Sus padres están separados, el chico vive con el más débil de ellos dos (que a su vez pudo haber sido golpeado por su cónyuge), ha visto violencia en su hogar, tuvo seguramente un problema de salud en el primer año de vida... Es decir que se trata de chicos que seguramente fueron sobreprotegidos por alguna dolencia inicial”.
En lo que respecta a los padres, la terapeuta dice que en general son personas “con serias dificultades para delimitarse como personas. Y el tema es que la puesta de límites a los hijos empieza por la propia delimitación. No se puede poner límites sobre lo confuso”.
Desde hace algún tiempo están apareciendo en diversas ciudades los grupos “PG” (Padres Golpeados). Ojalá se multiplicaran, porque prestan un importante servicio. Pero ojalá los padres aprendieran con tiempo “su oficio”, para no tener que recurrir a esos grupos.  
¡Hasta mañana!

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