El canciller italiano, Luigi Di Maio, presentó ayer un nuevo decreto para agilizar las repatriaciones de inmigrantes irregulares que no cumplan con los requisitos de asilo y se fijó como prioridad desalentar las partidas de migrantes hacia Europa.
“Firmamos el decreto que nos permite analizar, en cuatro meses y no en dos años como hasta ahora, si un migrante puede estar en Italia”, anunció Di Maio.
“Presentamos un decreto que no grita sino que hace”, agregó el líder, en lo que pareció una crítica a su ex socio político Matteo Salvini, emblema de las posturas xenófobas y anti inmigración en el país.