En el Hotel de Turismo se llevó a cabo ayer una jornada sobre la implementación del nuevo sistema de enjuiciamiento penal, con actuales y ex funcionarios de Santa Fe. La misma fue organizada por la Cámara de Diputados y el Ministerio de Justicia y DD. HH.
Entre los temas abordados, se encuentran las leyes complementarias para lograr la operatividad del Código Procesal Penal, la experiencia sobre la implementación progresiva o inmediata, la necesaria capacitación de los operadores del sistema y la organización de la mesa de implementación.
Además del ex ministro Carlos Superti, disertaron el fiscal del Ministerio de la Acusación de Santa Fe, Dr. Luis Antonio Schiappa Pietra, y la auditora general de gestión del Ministerio Público de la Acusación, Dra. María Cecilia Vranicich.
El ex ministro de Justicia de Santa Fe, Carlos Superti, sostuvo que el objetivo de su visita era contar, “como testigos”, el proceso de transformación de la Justicia Penal de la provincia de Santa Fe.
“Me acompaña un grupo de personas que han trabajado en el proceso de reforma para explicar, ahora cada uno, la parte que le tocó hacer. No porque pensamos que eso se puede trasladar a Corrientes, sino porque es una experiencia de la cual, desde Corrientes -o desde cualquier lado-, se puede tomar unos elementos, ver algunos problemas cómo se solucionaron, estar de acuerdo o no. Es decir, es un trabajo de enriquecimiento mutuo”, aclaró el ex funcionario, a quien le tocó implementar los “cambios” en cuestión.
Para Superti, “una cosa es dictar un código y otra es cambiar la operatividad del sistema judicial. Entre el Código y el cambio está la implementación, y eso es un poco lo que yo conté”, explicó a la prensa, tras su disertación.
“Contamos cómo implementamos el nuevo código, reformando la organización de la Justicia en cuanto al magistrado, generando un nuevo sistema del Ministerio Publico de fiscales que acusan, generando un nuevo sistema de Defensa Pública. Es decir, hubo que cambiar muchas instituciones, adaptarlas para que el nuevo Código pueda funcionar”, subrayó.
Remarcó que los ajustes siempre serán necesarios, acotando que “lo que se mantiene es la estructura ideológica. Es un sistema que técnicamente es acusatorio y adversarial. Eso significa que los jueces no intervienen en la producción de la prueba directamente. Para eso está el fiscal, que es el funcionario encargado de la persecución penal, y la defensa y la fiscalía son dos organismos que son adversarios, por eso es adversarial”.
Con respecto a la tan mentada agilidad de los casos, señaló: “Yo veo en el sistema actual santafesino que las sentencias y los procesos han adquirido y han ganado en calidad”.
“El hecho de que el magistrado vea en vivo y en directo la producción de la prueba, de que las partes presenten sus teorías de los casos, de que las partes le transmitan información al Tribunal de calidad y que pueda recibirla de manera inmediata, hace, a mi criterio, que las sentencias que se van dictando sean de mayor calidad y, por supuesto, se ahorra tiempo”.
Para concluir, manifestó: “Para ver tiempo no solamente hay que pensar en el juicio oral, sino también en las salidas alternativas. Es decir, todos aquellos caminos que se puedan seguir evitando recargar el sistema con juicios que se pueden evitar de una manera muy eficaz, como por ejemplo, un acuerdo entre víctima y victimario, depende del delito. Por un común denominador, lo que la gente siempre tiene que tener es respuesta: ya sea una sentencia, un juicio, una mediación. Lo importante es que no haya una “no respuesta por parte del Estado frente a los delitos”.