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A 70 años de la primera cirugía de cataratas  en la que se implantó un lente intraocular

Luego de la incorporación de esta técnica, la cirugía cambió radicalmente: el avance fue extraordinario. Durante décadas se pudo corregir con los LIO varios problemas de visión, como miopía, hipermetropía y astigmatismo. Pero recién en los últimos 20 años, dado el desarrollo de nuevas tecnologías, se modificó sustancialmente la calidad de los mismos. 
El doctor José Arrieta, reconocido especialista, recordó la fecha.
 

Por El Litoral

Viernes, 29 de noviembre de 2019 a las 01:01
Pionero. Ridley realizó la primera cirugía de cataratas con LIO.
Visita. El doctor Arrieta estuvo hace poco en el Laboratorios Rayner.

n Lo que logró el doctor Harold Ridley el 29 de noviembre de 1949 en el Hospital Saint Tomas de Londres representó un increíble avance para la oftalmología. Por primera vez, se concretó una cirugía de cataratas en la cual se implantó un lente intraocular (LIO), técnica que cambió radicalmente el procedimiento quirúrgico: durante décadas se pudo corregir con los LIO varios problemas de visión como miopía, hipermetropía y astigmatismo. Pero fue recién en los últimos 20 años, gracias al desarrollo de nuevas tecnologías, que cambió sustancialmente la calidad de los lentes. 
La idea surgió a partir del caso de un piloto de la Segunda Guerra Mundial, quien sufrió un ataque en vuelo y fragmentos acrílicos del cockpit se alojaron en sus ojos. Ridley, al atenderlo, constató que no se había registrado una reacción inflamatoria y no hubo necesidad de retirarlos. Entonces, pensó que con ese material podría llegar a diseñar un LIO similar al cristalino natural. Así, comenzó a modelarse esta técnica que se consagró como un hito en la oftalmología, del cual hoy se cumple 70 años.
Hasta ese momento, cuando se operaba a una persona de cataratas, no se le colocaba ningún lente intraocular, por lo cual la visión posoperatoria era muy baja y los pacientes debían usar antojos de muy alta graduación para poder ver.
  
La historia
Como muchos de los grandes descubrimientos modernos, esto también tiene una historia muy interesante. Steve Parry, un alumno de Ridley que estaba presenciando una cirugía de cataratas, dijo: “Es una pena que no puedas reemplazar la catarata con un cristalino transparente”. Para ese entonces Ridley era médico de la Armada Británica y había atendido a cientos de combatientes con heridas de guerra, entre ellos se encontraba el piloto Mouse Cleaver, miembro del Escuadrón Nº 601, quien tuvo un accidente volando un “Hawker Hurricanes”, cuando fue atacado con fuego de ametralladora. Su avión estalló en llamas y fragmentos acrílicos del cockpit se alojaron en sus ojos. Quemado y sangrando, volcó el avión hacia abajo y se dejó caer de la cabina, lanzándose en paracaídas.
Cleaver fue atendido por Ridley y, curiosamente, los restos del material del cockpit (Pmma, polimetilmetacrilato) que se incrustaron en uno de sus ojos no provocaron reacción inflamatoria y no hubo necesidad de retirarlos. Ridley pensó que con ese material podría llegar a diseñar un LIO similar al cristalino natural e implantarlo en el mismo lugar donde naturalmente el ojo está diseñado para tener el cristalino, como había advertido su alumno. 
Para que la idea se convirtiera en realidad, el doctor realizó un arduo trabajo. Le pidió ayuda a su amigo John Pike, científico óptico de “Rayners of London”, con quien había trabajado en oftalmoscopia electrónica, para que se encargara del diseño óptico de la lente, y a su otro amigo, el doctor John Holt, de Imperial Chemical Industries (ICI), a quien le  solicitó que produjera un Pmma que no contuviera monómeros libres y sintetizaron el Perspex C.Q. (Calidad Clínica). 
Una vez producido el primer LIO en el Laboratorio Rayner, se programó la cirugía destinada a una mujer de 45 años, que tenía cataratas. Así fue que el 29 de noviembre de 1949 se realizó la intervención con gran éxito.
“Un dato anecdótico fue que la cirugía se desarrolló en dos tiempos: primero, se procedió a la extracción de la catarata; luego, se debió esperar más de dos meses para la colocación del LIO el 8 de febrero de 1950. Esto es algo impensado para los tiempos modernos en los que la cirugía tarda sólo unos minutos con anestesia local con gotitas, se implanta el LIO en el mismo procedimiento y el paciente sale del quirófano sin parches y viendo sin necesidad del uso de anteojos”, explicó a El Litoral el doctor José Arrieta (MP 127779), oftalmólogo de prestigio nacional e internacional que es director de Zvision, clínica que tiene sede en la Capital de Corrientes y también en la Ciudad de Buenos Aires.
“Luego de la incorporación de los lentes intraoculares, la cirugía cambió radicalmente en estos 70 años  y el avance fue extraordinario. Durante décadas, pudimos corregir con los LIO varios problemas de visión como miopía, hipermetropía y astigmatismo. Pero fue recién en los últimos 20 años que el desarrollo de nuevas tecnologías cambió sustancialmente la calidad de los lentes. Hoy, además, podemos corregir satisfactoriamente la famosa presbicia en la misma cirugía, gracias a los modernos LIO multifocales”, indicó Arrieta.
Al respecto, acotó que “incluso tenemos disponibles LIO que se pueden usar en pacientes que ya se operaron de cataratas y tienen puestos sólo los de visión lejana, para que también puedan tener corregida su presbicia. Adicionando un LIO de diseño revolucionario, podemos agregarle la corrección de la visión cercana, que no se corrigió en su primera cirugía, logrando que puedan leer sin anteojos”. 
Con motivo de los festejos por los 70 años, el doctor Arrieta visitó Laboratorios Rayner donde se creó el primer LIO colocado por Ridley.
La nueva sede situada en la ciudad de Worthing, al sur de Inglaterra, sigue estando a la vanguardia como una de las mejores fábricas de los LIO del mundo.

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