El Indec difundió días atrás que la ciudad de Corrientes registró el indicador más alto de pobreza con un 38,4% de los hogares y un 49,3% de sus habitantes que se ubican en situación de pobreza. En este marco, El Litoral dialogó con familias de una de las zonas más carenciadas de la capital sobre la situación actual, quienes respondieron que el costo más caro que pagan es en los alimentos y luego en la educación.
Los vecinos consultados comentaron que pagan precios muy altos en los alimentos básicos como leche, harina y aceite. Además, relataron que muchos changarines no encuentran trabajo o que no son bien remunerados por el servicio que ofrecen.
Los sueldos que dieron a conocer no superan los 16 mil pesos y con ello deben mantener el hogar. La educación también fue mencionada como uno de los costos más altos que pagan, por el precio de los libros que solicitan en las escuelas.
“La pobreza se nota porque no hay ni para comer, todos los días sube el precio de los alimentos y la plata no nos alcanza”, contó Marcela, de la zona de las 250 Viviendas, parte sur de la ciudad. Respecto a cómo se manejan cuando no tienen dinero para comer, dijo que “pedimos prestado y cuando cobramos, devolvemos; hace varios meses venimos haciendo esto, cobramos para devolver lo que pedimos”.
Marcela vive con su pareja y tres hijos, él es albañil y en relación a esto señaló: “No hay mucho trabajo como albañil y cuando le ofrecen, le quieren pagar menos de lo que vale su trabajo. La gente no quiere pagar lo que vale su tarea y muchas veces él acepta porque necesitamos la plata. Uno de mis hijos va al secundario y dos al el Nivel Primario, los útiles salen muy caro”.
Por su parte, María, de las 215 Viviendas, contó que “la pobreza se nota en todo sentido, pero sobre todo en la comida, la leche y el pan para los chicos”. “Soy jubilada, trabajé muchos años en un hospital público y cobro 12 mil pesos; vivo con mi nuera que trabaja en una clínica, mañana y tarde, y cobra 15 mil pesos. También vive conmigo mi hijo, quien tiene un título de programación de diseño por computación pero no encuentra trabajo. Mi nuera tiene que hacer doble turno porque la plata no alcanza y deja de ver a sus hijos por eso; yo los cuido cuando ella trabaja”, relató.
“Los alimentos están muy caros y también los pañales, pagamos la marca más económica 12 pesos cada uno y ocupa unos 6 por día. La mercadería está muy cara, todo subió el precio y cuesta mucho comprar. Tenemos 19 y 22 años y cobramos el plan Progresar porque seguimos estudiando”, contaron a este diario Facundo y Sonia, del barrio Patono.
Laura, del barrio Juan XXIII, también coincidió en que “la pobreza se nota en todos lados”. En este sentido, expuso: “Está todo muy caro, tengo 4 hijos. Con mi marido vendemos torta a la parrilla y la bolsa de harina nos está costando mucho comprar, la de 50 cuesta 1.050 pesos, por día como máximo podemos hacer 500 pesos, es decir, a veces tenemos que trabajar tres días para comprar una bolsa de harina. Sale todo caro, así como mandar a los chicos a la escuela, el libro de inglés es lo más costoso”.
Cabe recordar que según relevamientos de El Litoral, en lo que va del año hubo aumentos en todas las mercaderías. El kilo de carne está arañando los 300 pesos, una leche de litro, los 60 pesos y el kilo de pan está entre 30 y 60 pesos.