Esta mañana se reanuda el juicio oral y público a dos hombres por el salvaje asesinato del peluquero Eduardo Gabriel Sánchez (46 años), ocurrido en julio de 2011 en el barrio Ponce de la capital correntina.
El Tribunal Oral Penal Nº 1 continuará con la ronda de testimonios. Está previsto que comparezcan cinco testigos en la jornada. El debate viene demorado porque no se ha podido localizar a los diferentes testigos.
El abogado Guillermo Escalante, que representa a uno de los imputados, explicó a El Litoral que el jueves 15 también se realizará otra audiencia.
Al ser consultado sobre la causa, precisó que a lo largo del juicio no existieron pruebas en contra de los imputados. “La fiscal Sonia Meza está en representación del Ministerio Público y lo cierto es que no hay pruebas directas. Sólo unos testimonios que hablan de la relación que tenían los acusados con la víctima, pero eso no basta para sostener una acusación de homicidio. Los acusados son Eduardo Romero y Armando Salazar, alias “Richard”. Según la pesquisa, este último tuvo una relación amorosa con Sánchez que no duró mucho tiempo, aunque de vez en cuando frecuentaba la casa del estilista.
El crimen fue descubierto en la casa 6 de la manzana “S” del complejo habitacional 100 Viviendas, en la zona este de la ciudad, a unos 700 metros de la Ruta Nacional 12.
La víctima era un conocido peluquero, cuyo local funcionaba desde hace tiempo en la avenida Cazadores Correntinos, en el barrio 17 de Agosto. Todo comenzó el lunes 4 de julio de 2011 a la noche, alrededor de las 21, cuando familiares de Sánchez se acercaron hasta la vivienda porque durante todo el fin de semana no había respondido los llamados telefónicos que le hacían.
Los hermanos del peluquero se encontraron con todas las luces apagadas y les llamó la atención que la motocicleta de Sánchez estaba estacionada. Golpearon insistentemente la puerta y, al sospechar que algo ocurría, decidieron forzar una de las ventanas e ingresar a la vivienda. Se dirigieron al dormitorio y allí se encontraron con la macabra escena.
Al costado de la cama, sobre un gran charco de sangre y boca abajo, yacía el estilista. Sorprendidos, los familiares se comunicaron con el 911 y a los pocos minutos, llegó la Policía. El cadáver fue trasladado a la morgue judicial para la correspondiente autopsia. Los resultados revelaron que la víctima fue asesinada a puñaladas.