El incremento de casos de dengue, con un total de 36 confirmados en el país y al menos 4 en Corrientes, puso en el centro de la escena a esta enfermedad vectorial descrita por los expertos como la de mayor frecuencia en la salud pública mundial. Esto se debe al elevado número de infecciones (algunas graves y fatales) que produce este virus, cuyo principal responsable de transmisión es el mosquito Aedes aegypti.
Por ese motivo, los profesionales insisten en la importancia de limpiar los ambientes para evitar la proliferación de mosquitos. Sobre todo frente al escenario epidemiológico actual en el que, todo parece indicar, que habrá un pico de casos en febrero.
Sumado a esto, la aparición de una nueva clase del virus eleva las probabilidades de que aparezcan casos graves.
Para entender un poco más del tema se consultó a la infectóloga e investigadora del Instituto de Medicina Regional de la Facultad de Medicina, Silvia Balbachán, que explicó a El Litoral: “La aparición de casos de DEN-4, un nuevo serotipo debido a que tuvimos circulación de DEN-1, desde el punto de vista sanitario es una complicación porque el dengue en general en la primera infección puede hasta pasar de manera inadvertida y en muchos casos no se diagnostican. Pero, por un fenómeno de amplificación inmunológica, en un segundo contacto con otro serotipo se elevan las probabilidades de que adquiera dengue grave. Por eso, en este contexto epidemiológico en el que estamos, se espera que puedan aparecer más casos complicados”.
De hecho, en el último gran brote de dengue que tuvo la provincia entre el 2015/ 2016 los más de 600 casos confirmados eran del serotipo DEN-1. Mientras que ahora, del total de 4 casos probables notificados por el Ministerio de Salud Pública, los tres detectados en Capital son DEN-4.
“En el escenario actual lo central es seguir insistiendo en el vector, porque el mosquito está en todos lados. Ya está instalado y además tenemos mucha comunicación con países como Paraguay, donde hay circulación activa del virus. Por eso insistimos en la importancia del descacharrado y de controlar hasta la mínima tapita donde se pueda acumular agua. Recordemos que este mosquito elige las aguas limpias, ya que allí se reproduce”, precisó la infectóloga.
Dicho esto, la referente en infectología del Instituto de Medicina Regional señaló que la fumigación, si bien es efectiva cuando se detecta un caso sospechoso, sólo elimina al mosquito adulto. Por lo tanto, la mejor técnica de prevención es erradicar de los hogares los recipientes que contengan agua, para controlar la aparición de larvas y nuevos mosquitos.
Síntomas
Se debe sospechar que una persona padece dengue, cuando tiene fiebre elevada acompañada por un intenso dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, vómitos, náuseas, agrandamiento de ganglios linfáticos, dolor muscular y en algunas ocasiones salpullido.
Transcurridos siete días, si estos síntomas se tornan más severos las sospechas se trasladan al denominado dengue grave.
“En general el dengue grave aparece con complicaciones sistémicas, o sea a partir de un fenómeno que se denomina plaquetopenia. Puede haber dificultades respiratorias y hemorragias intraabdominales en las encías. Además, hay casos que siendo el primer serotipo puede derivar en un caso grave si el paciente tiene una comorbilidad. En esos casos el signo de alarma es el dolor abdominal”, precisó la doctora Balbachán.
Dicho esto, volvió a insistir en las medidas de prevención diciendo: “Hay que atacar varios frentes. En primer lugar, controlar que no se junte agua en los recipientes para que no se multiplique el vector. En segundo término la limpieza, el uso de repelente y telas mosquiteras para ayudar a eludir al mosquito adulto. Y en tercer lugar, cuando hay un paciente con síntomas compatibles debe acudir al médico para controlar su evolución y a la vez evitar que las personas a su alrededor puedan contagiarse”.
Para cerrar, se puede decir que las condiciones climáticas de la provincia incentivan una mayor densidad poblacional del mosquito, y a su vez la cercanía con países endémicos (Paraguay o Brasil) acrecientan las probabilidades de activar la circulación viral. Es por eso, que la prevención en los hogares es la clave para evitar la propagación de la enfermedad.