Q.E.P.D.
22/02/97 – 22/02/2020
Las almas que se aman no tienen olvido, no tienen ausencia, no tienen adiós. Querido papá y abuelo, a veintitrés años de tu viaje al cielo te seguimos extrañando. Donde estés quisiéramos cubrirte de besos, porque los puentes invisibles del amor lo harán posible. Hoy y siempre rogamos una oración por tu eterno descanso. Tu hija Rusi, tus nietos Rodolfo, Darío, Marina y Silvia y tus bisnietos Rodolfo, Bianca, Tomás, Máximo y José y Manuel, que no te olvidan. c/700
Comentarios