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“El desafío siglo XXI de Argentina tiene que ser alimentos de calidad para todos”

La presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición, Mónica Katz, en una entrevista en profundidad con El Litoral habló de esta problemática de la malnutrición y trazó una serie de soluciones efectivas que se vienen aplicando en otras regiones. 
 

Por El Litoral

Lunes, 09 de marzo de 2020 a las 01:01

La epidemia de la obesidad se expande silenciosa en el mundo y, de acuerdo con las estadísticas, en el país afecta en mayor proporción a los sectores más vulnerables. Son varias las razones, pero básicamente porque los alimentos más asequibles muchas veces son los menos nutritivos.
“Hoy el hambre no es la delgadez extrema que imaginamos. El hambre es gorda en Argentina. Por eso necesitamos que la alimentación sea una política de estado sostenida en el tiempo”, expresó a El Litoral la presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición, Mónica Katz. 
Una afirmación que suena contradictoria, pero que está respaldada por diversos estudios en la materia. “Los datos de obesidad son dramáticos de la Ennys (Encuesta Nacional de Nutrición y Salud), nos revelan que siete de cada diez argentinos tienen sobrepeso u obesidad, y en la infancia más del 10% tiene obesidad y el 40% sobrepeso”, detalló Mónica Katz.  En esa misma línea Marianela Ackerman, médica especialista en nutrición, agregó a El Litoral que “en las estadísticas, la incidencia de obesidad es mayor en las clases más bajas. Con lo cual el hambre va de la mano de la malnutrición y la obesidad”. 
Frente a este escenario, la presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición brindó un panorama general de la malnutrición en el país delimitado por una triple demanda sanitaria. “Tenemos los hambrientos, por desnutrición calórica proteica en un 1,7%, que son los menos porque algo hicimos bien; después tenemos una enorme cantidad de desnutrición en la pobreza, que se da por obesidad; y también tenemos muchas personas con lo que se llama ‘el hambre oculta’, aquellas personas que a simple vista están bien, pero que les falta vitamina D, hierro, calcio y selenio”. Este último caso, se da por un patrón alimentario extremo que excluye algún alimentos necesarios para una dieta.
“El desafío siglo XXI de Argentina tiene que ser alimentos de calidad para todos. Esto es un cambio de paradigma, porque hasta el año pasado todos te decían alimentos para todos. Pero eso generó un incremento de las enfermedades crónicas. Entonces, lo que necesitamos es calidad para todos”, destacó Mónica Katz.
La especialista, además, trazó una serie de soluciones efectivas que se vienen aplicando en países desarrollados, pero en general destacó que la buena nutrición “es un asunto de todos”.

Tarjeta Alimentar
Cuando se realizó el lanzamiento de la Tarjeta Alimentar se mencionó la realización de talleres para que los beneficiarios puedan hacer una compra efectiva. 
Consultada al respecto, la doctora Katz comentó a El Litoral: “Desde la Sociedad Argentina de Nutrición estuvimos colaborando en la confección de una lista de alimentos para la Tarjeta Alimentar. Fueron varias las instituciones que pudimos consensuar transversalmente esa lista junto  con el Ministerio de Desarrollo Social, y esperamos que se utilice”. 
Dicha nómina de alimentos “recomendados” sirve como referencia para las compras pero, paralelamente, cada provincia tiene prevista la realización de capacitaciones en nutrición y alimentación saludable para los beneficiarios.
De todos modos, la doctora Katz advirtió que la experiencia de otros países ha demostrado que “con la educación no alcanza hoy sirve dar un empujón saludable”, un concepto conocido internacionalmente como “nudge”. 
“El concepto de nudge o ‘empujón saludable’ surgió en Inglaterra de unos economistas sociales el concepto de que yo puedo, sin quitarle el libre albedrío, ayudarte a que la decisión saludable sea la fruta más a mano. Por ejemplo, el salero fuera de la mesa es un nudge porque yo no te prohíbo a vos que le pongas sal a tu comida, pero tenés que levantarte y pedirle al mozo si deseás hacerlo. Por eso digo que la educación a veces no alcanza. Los humanos somos predeciblemente irracionales, de hecho, en general tomamos decisiones basadas en heurísticas. Es decir, atajos mentales que están anclados en mi información previa y no en un análisis profundo de lo que me conviene hacer ahora, por eso a veces me quedo con la bolsa de chipá, en vez de pensar que mi diabetes puede empeorar”, precisó Mónica Katz.

Precios Cuidados
Dicho esto, subrayó la importancia de que la alimentación sea una política de estado sostenida en el tiempo, y señaló la necesidad de implementar estos empujones saludables en programas que ya están funcionando como ser Precios Cuidados, o incluirlos en una canasta básica alimentaria. 
“El consumo de lo saludable se premia bajando los precios. Hay evidencias de que la gente consume lo más barato, por eso sería muy importante que Precios Cuidados sea saludable, y la Tarjeta Alimentar te ofrezca la posibilidad de comprar carnes, lácteos, verduras, legumbres, carnes, pescado”, precisó Katz.
Además, la nutricionista explicó que la canasta alimentaria no es saludable. “Nosotros comemos mucho hidrato, mucha harina. No estoy diciendo que no se coma, pero el tema es incentivar lo que se consume en menor proporción, por ejemplo, las frutas. Se estima que el el argentino promedio come 173 gramos de fruta y verdura por día, pero la proporción recomendada por la OMS es de 400 gramos por día. Es decir que estamos consumiendo menos de la mitad”.
Para cerrar, remarcó una vez más la necesidad de implementar “empujones saludables” desde las escuelas, y para ello la doctora Katz enfatizó en la urgente necesidad de políticas públicas centradas en la alimentación de calidad.
 “Hay muchas cosas que los gobiernos podrían incentivar porque hay todo un recorrido para hacer: economías regionales, agricultura familiar, huerta urbana, mercados para incentivar al pequeño productor (sin tanto traslado en cuanto a huella de carbono) y, además, bajar los precios de ciertos productos para que los argentinos consuman mínimamente 400 gramos de frutas por día”, sintetizó  a este medio la nutricionista Mónica Katz.

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