El aislamiento social preventivo debido a la emergencia por coronavirus se extendió hasta el próximo domingo 26, inclusive. Y si bien una de las actividades que está exceptuada de la cuarentena es la forestoindustria, desde el sector advierten que la reactivación por ahora es lenta debido a varios factores. Esperan poder superar esas adversidades porque deben cumplir con el pago de sueldos de un gran número de trabajadores como así también solventar costos fijos entre los que está el suministro de energía.
La presidente de la Asociación de Madereros y Afines de Corrientes que está emplazada en Virasoro, Mercedes Omeñuka, expresó a El Litoral que en esa jurisdicción trabajan -de manera directa- unas 1.200 personas. “Los aserraderos que están activos son aquellos que están realizando algunos pedidos de exportación. Pero son para cumplir con lo que ya les habían solicitado porque ahora la demanda es muy escasa. Y en el mercado interno, a excepción de los palets, es casi nula”, contó. Por eso, aclaró que “las actividades se desarrollan con un horario reducido”.
“Mientras que aquellos aserraderos que están estrechamente vinculados a la fabricación de muebles, directamente no lograron reactivarse”, aseveró Omeñuka. Con respecto a esto explicó que si bien se pueden realizar muebles, “esas fábricas no piden materia prima porque tampoco tienen a quien venderle ya que los locales comerciales de ese rubro no están abiertos al público”.
En este contexto, la presidenta de la entidad de Virasoro indicó que “estamos realmente en una situación muy complicada porque se pudo pagar apenas los sueldos de marzo. Y ahora el desafío es ver como juntamos para los haberes de abril”.
Dinero
El presidente del Plan Estratégico Foresto Industrial de Corrientes (Apefic) Juan Ramón Sotelo expresó a El Litoral que “con varias dificultades siguen trabajando los que realizan palets y los que están vinculados más a las obras públicas u otro tipo de construcciones, es decir que hacen machimbres o tirantes, por ahora están paralizados”. Haciendo referencia a las empresas que funcionan en la jurisdicción de Concepción, Santa Rosa y Saladas.
Ante la consulta sobre qué tipo de adversidades tienen, el empresario manifestó que además de la baja demanda “todavía no logramos que nos habiliten las extracciones de sumas importantes de dinero para pagar los sueldos. Un número considerable de trabajadores no están bancarizados y por eso nos urge poder sacar montos considerables. Es toda una odisea pagar los haberes”. Al mismo tiempo aclaró: “Sobre esto pueden platear por qué no los bancarizan. Y la respuesta es sencilla, es un trámite que como mínimo demanda unos 11 días y en estos momentos está reducida la atención en la entidades bancarias, por lo que tampoco se puede hacer esa gestión”.
Seguidamente, Sotelo indicó que “no sabemos cuánto tiempo más seguiremos así y la reactivación por ahora es lenta. Inclusive los que lograron trabajar con los palets, están preocupados porque la demanda no es elevada, hay que pagar sueldos y además, abonar otros costos fijos como por ejemplo la luz. Un servicio que representa un monto considerable para nuestro sector”.
Mientras que desde la Asociación de Industriales Madereros y Afines de Santo Tomé, dijeron a El Litoral que al igual que en las otras poblaciones la reactivación todavía es lenta porque la demanda es escasa. “Se está tratando de cumplir con algunos pedidos para el mercado externo que estaban pendientes”.
(CC)