Un equipo de policías y agentes del Poder Judicial allanaba en la tarde del jueves último el Instituto Médico Brandsen, la clínica privada de esta ciudad bonaerense donde en menos de una semana murieron dos familiares directos del futbolista Walter Montillo: primero su abuelo Oscar y a los pocos días su papá Walter Oscar, quien luego se confirmó que tenía coronavirus.
La fiscal Mariana Albisu comanda una investigación surgida por las denuncias del Municipio de Brandsen y otra de oficio donde se acusa a las autoridades del sanatorio de ocultar que en el caso de Walter Oscar Montillo existía la sospecha de que se trataba de un paciente con Covid-19.
La casa de sepelios que trasladó el cuerpo del papá del ex jugador fue la que advirtió, tras enterarse por una conferencia de prensa que dieron el intendente de Brandsen junto al director de la clínica, que era un caso positivo.
Y tras saberlo, uno de sus propietarios, Gastón Pourtau, aseguró que no se habían seguido los protocolos, es decir que la clínica no usó los elementos de bioseguridad necesarios ni le confirmó en el certificado de defunción que se trataba de un “caso sospechoso”.
(EN)