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Arturo, el correntino que le da voz a las grandes marcas en Latinoamérica

Es locutor.  Nació en Goya, pero su vida está en Bella Vista. Hace 25 años es la identidad sonora de YPF, Pepsi, National Geographic, La Nación, BVVA Banco Francés, Cablevisión, Despegar.com y, además, de canales y radios. “Negro, correntino y de Boca, así me describo”, dice entre risas.
 

Por El Litoral

Lunes, 03 de agosto de 2020 a las 01:42

José Agustín Gómez
@agustinredactor

Treinta y un años después aún recuerda a ese presuntuoso profesor de saco y corbata, locutor de algunos medios, que lo zaherió en una clase, con apenas 18 años recién llegado de Corrientes: “A ver, Cuadrado, qué va a hacer usted con esa erre (R). ¿Cómo va a ser un locutor de grandes marcas arrastrando la erre? ¿Dirá cigarrillo Marrrrlboro, le parece? No se lo vende a nadie. No me traiga acá el regionalismo”. “Eran los 90”, dice para aplacar esa humillación superada tras 20 años de psicoanálisis. 
    Arturo Cuadrado es la voz más importante de Latinoamérica. Marcas como YPF, Pepsi, National Geographic, La Nación, BVVA Banco Francés, Cablevisión, Despegar.com, entre otras, le confían las publicidades que alguna vez todos han escuchado.
Arturo es correntino. Nació en Goya y a los 3 años se instaló en Bella Vista junto con su familia. “Mi mamá era la reina de la Fiesta de la Naranja, mi padre la conquistó. Se casaron y fueron a Goya. Pero mamá no aguantó mucho y exigió volver a su ciudad natal. En mi casa se imponía el matriarcado”, recuerda entre risas.      
Ese anonimato, que en Bella Vista le otorgó el apellido Cuadrado, lo ciñó de por vida y lo prepararía para el futuro en la ciudad de la furia. Pero fue la calidez de la patria chica, la sonrisa grande y la piel de yacaré lo que siempre lo distinguirían, idiosincrasia que plasmaría en el color de su voz, tan demandada desde hace 25 años. “Mi correntinidad es la naipe debajo de mi manga. Eso me hace diferente a todos”, infla el pecho.
“En Bella Vista intentaban dar con mi árbol genealógico: vos sos Cuadrado como fulano, pero ese no era Cuadrado, no los tengo, che. Ser los únicos en una ciudad donde se conocen todos estuvo bueno”, rememora. 
Se fue hace 31 años, cuando la familia juntó cada centavo para que pudiera estudiar en Buenos Aires. Partió, pero nunca se fue. “Mi domicilio oficial sigue siendo en Bella Vista. Eso dice mi documento. Vuelvo cada fin de semana”, dice orgulloso como si estuviera dándole el mirífico tono a una marca.
Fue la voz en 17 campañas presidenciales. La primera que recuerda es la del equipo de la Alianza, con Fernando de la Rúa, candidato. “Recuerdo el planteo del señor Dick Morris (trabajó en la reelección de Bill Clinton), era un especialista de marketing político en Harvard, nos dijo que el mensaje es siempre: ellos y nosotros. Descubrimos lo que después bautizan grieta”.
“Ahí descubro de qué estamos hechos los argentinos. Fue antropológica la investigación que se hizo para esa campaña y era esto: unitarios y federales, peronistas y radicales, River y Boca. Siempre es eso: cara uno, cara dos. Entonces, en muchos de mis laburos busco el A y B, problemática y solución, la coyuntura actual y el futuro. Así inventé el tono pandemia que hoy se usa. Si prestan atención son todos iguales y me lo imaginé así: lo partía en dos al texto, un tono de problemática y otro de esperanza”.
 “Me impactan las personas. Siempre busco maestros para aprender y en ese camino tuve un gran comienzo porque estuve al lado de tres monstruos de la comunicación política en Argentina: Carlos Souto, Ramiro Agulla y David Ratto, con un know how gigante de comunicación, con un manejo del tiempo impresionante”. “Eso mismo que nos enseñó Morris lo implementamos con Ricardo Lagos, en Chile, y Vicente Fox, en México. La grieta comunicacional funcionaba como nos dijo Morris: son ellos y nosotros”.
Arturo está casado con una correntina. Tiene dos hijos: Felipe, un adolescente, y “Nacho” (Ignacio), de 25 años, que en breve se recibirá de ingeniero químico en la UTN de Resistencia. Porteño 100%, pero enamoradísimo de la Mesopotamia. “Eligió hacer Ingeniería en Petróleo en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires. Al año y con un promedio sorprendente, me dice que no quería vivir más en Buenos Aires, que quería vivir en Corrientes, que no quería saber más nada con la frialdad de Buenos Aires y acá está, a punto de recibirse”.
“Negro, correntino y de Boca, así me describo”, perora para declararse ferviente hincha xeneize. “Me queda pendiente ser la voz del estadio, al menos una vez, y estar como locutor en la Fiesta del Chamamé. Es increíble, hay una adrenalina única con el público”.
Otro deseo pendiente es enseñar. “Hay un momento de entender las cosas desde lo macro. El diferencial de la sociedad está en la educación. Soy muy crítico de los medios. Soy comunicador que comunica medios, especialista en locución. Tengo mucho de periodista, productor, realizador, escribo mucho. Pero fue la formación que tuve, los maestros de Bella Vista, los que me llevaron a interesarme por algo, y entendí que para estar en los medios hay dos caminos: el amateurismo y el profesionalismo”. 
“El amateurismo es la administración de un don que uno trae y que Dios dijo ‘vas a nacer con esta característica y la administrás vos’. Te apasionás con eso, te enamorás de eso y no lo llegás a profesionalizar por un motivo en particular”. 
“Cuando elegí ir a Buenos Aires, enamorado de la radio, no había institutos en la región. Dejé de ir a pescar con amigos, de encontrarme con novias a la siesta, dejé mi ser porque el instituto para ser locutor estaba atendiendo en Buenos Aires y si quería ser locutor, tenía que ir para allá. Lidié con esa educación superformal y concentrada, con profesores superconservadores. Por eso creo acá hay cosas por hacer, herramientas por brindar. Acá no puede suceder que para ser locutor debas tener un certificado, eso es Buenos Aires. Pero se pueden brindar herramientas para utilizar mejor la voz, la dicción. He traído a mi foniatra y a otros profesores para dar clases en Bella Vista”.
“Quiero eliminar el ‘no sé si lo podemos hacer nosotros’. Más vale que lo podemos hacer. En el arte no hay clases. Conozco un Mario Pergolini correntino, un Ramiro Agulla correntino. Si manda la centralización de Buenos Aires es porque nosotros se lo permitimos. Estamos mirando lo que sucede en la 9 de Julio de Buenos Aires. Y estás acá en las Mil Viviendas. Pará. Visualizá tu problemática y comprometete, dejá a Buenos Aires que se arregle sola. Creo en eso, en los caminos”.
Hoy en Bella Vista todos saben quiénes son los Cuadrado. Orgullo en la Capital de la Naranja. Tal vez muchos no logren una descripción física exacta de Arturo, pero basta una sola palabra para que el reconocimiento sea inmediato: es la voz de tal de marca. Es la voz más conocida en Latinoamérica, y es de Corrientes.
 

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