Ursulina tiene 84 años y padece graves problemas de salud. Está postrada, desnutrida, lastimada y no puede hablar debido a un deterioro cognitivo profundo. En ese estado la abandonaron anoche en una clínica de la ciudad de San Juan.
Quienes estaban a su cuidado la llevaron hasta el centro médico Santa Clara y la dejaron sola en el área de urgencias con una bolsa que contenía documentación y una nota escrita a mano con lapicera azul que decía el siguiente mensaje: “Con mucho dolor pero no me puedo hacer cargo de Ursulina. Nadie de Pami me ayuda para cuidarla ni con el alimento. Ya no doy más. Estos son los papeles para internarla en el geriátrico. Lo siento. Ella legalmente no tiene familia, ni donde vivir”.
El coordinador de Calidad de la clínica, Carlos Fiorentino, contó al Diario de Cuyo que la mujer llegó alrededor de las 21 a través del Servicio de Urgencias y, como se realiza con cada paciente, “al ingresar pasó por el triage, donde los enfermeros le realizaron la valoración de rutina que se hace en medio del coronavirus y con el fin de determinar qué tipo de asistencia necesita el paciente”. Sin embargo, mientras aguardaba ser evaluada, la persona que había llegado junto con Ursulina se retiró.
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