La historia de un joven que vende chocotortas en las playas de Corrientes trascendió en los último días y hasta el momento lleva recaudado $50 mil pesos para comprar la computadora de sus sueños.
Juan Gabriel Merino llegó a las redes sociales por medio de una usuaria de Twitter que aconsejó la compra del producto. “Hola gente bella, hay un chico que vende en la playa chocotorta, riquísima y bien fría. Se nota que es un poco tímido”, aseguró la mujer junto con los datos de contacto y una fotografía del postre.
El emprendedor de 23 años, con conocimientos universitarios de Ingeniería en Sistemas y Administración de Empresas junto con la venta de las chocotortas tiene dos proyectos laborales más.
“Las chocotortas las hago yo mismo y después llegado el momento salgo a venderlas en la conservadora. Me gusta recorrer las playas como la Arazaty y las Malvinas”, explicó Merino a El Litoral.
Por el momento, el emprendimiento no tiene nombre porque Merino aseguró que la idea era que dure una o dos semanas hasta conseguir el dinero para comprar un componente para la computadora que en ese momento salía 10.000 pesos.
“La idea me surgió que estaba caminando por calle Yrigoyen con mi mamá. Estábamos buscando un teléfono de esos chiquitos con teclado para mi abuela, para que se pueda comunicar mejor. En un momento pasamos por una casa de computación y me detengo porque vi un producto que me llamó bastante la atención: era un gabinete de computadoras. Lo miro y en mi mente dije ‘estaría bueno tener uno de esos. Lo voy a conseguir, no sé cómo pero lo voy a conseguir’”, relató el muchacho.
Posteriormente entró al local para preguntar el precio que según dijo “no era nada barato”. Luego revisó en internet y se encontró con mejores precios pero todavía el joven veía inalcanzable adquirir el producto. “Esa noche cuando estaba en mi casa me puse a pensar en joda, ‘si de verdad voy a conseguir un producto que salga 10 mil pesos tengo que hacer algo. ¿Y si vendo algo, como comida? Y luego me puse a pensar ¿si fueran chocotortas?’”, agregó.
Con ese interés, Juan recordó el sabor de las chocotortas de su madre. “A mi mamá le salen muy ricas las chocotortas. Entonces pensé en pedirle que me enseñe a hacerlas y seguir el paso a paso para que salgan iguales. Igual de ricas”, admitió.
Ventas
El muchacho relató que al inicio salía solo con 16 unidades y recorría todas las playas para venderlas con poca suerte. Contó, además, que los recorridos por los balnearios los hacía ida y vuelta hasta poder vender la totalidad del producto.
En la actualidad, solo los fines de semana sale en dos turnos, a las 16 y a las 19. “El lunes me pasó que fui a la playa Malvinas II y logré vender las 16 unidades. Sin necesidad de salir de esa playa. Eso fue increíble para mí. Todo en un mismo lugar vendido es impensado para mí”, resaltó.
“Yo por lo general no busco que se acumule mucho la plata. Tengo una lista mental de productos de computación que me gustaría comprar, tal modelo y tal marca, específico. Trato de realizar la compra a medida que tengo la plata. Constantemente estoy juntando plata pero a la vez gastándola”, aseguró.