Educación especial: recibirán hasta cuatro estudiantes por institución

La educación especial ya cuenta con protoloco propio para la vuelta a la presencialidad segura. Los estudiantes cuyas sus patologías no impidan el acatamiento de las normas de distanciamiento, higiene y uso de barbijo podrán acudir a las aulas cada dos semanas; los que no, continuarán con el acompañamiento de los docentes desde su casas.

La Dirección de Educación Especial también se encuentra ultimando detalles para trabajar en el retorno a la presencialidad. La modalidad requiere de criterios particulares para establecer un equilibro entre la continuidad didáctica y bioseguridad en tiempos de pandemia de coronavirus. Los grupos que volverán a las aulas lo harán de acuerdo con la complejidad de las patologías, informó a El Litoral Silvina Cabrol, referente del la Dirección.

“Los criterios los determinará el cuerpo directivo de cada escuela. Se atenderá a grupos reducidos de 3 a 4 estudiantes, antes la cifra podía llegar hasta 7 u 8”, indicó Cabrol.

La directora del área explicó que, de acuerdo a las características de desarrollo de los estudiantes con discapacidad algunos tienen la autonomía suficiente para acatar y comprender las normas de convivencia vinculadas al distanciamiento, el uso de barbijo y la higiene personal. Sin embargo, no es el caso de todos. 

En este sentido, el comité directivo de cada institución evaluará, con los grupos familiares y médicos de cada estudiante, quienes están en condiciones de acudir a las aulas y quienes continuarán su formación con tareas desde el hogar, supervisadas por los docentes.

“El criterio de prioridad es la educación presencial de los más pequeños, para en vistas al 2022 asegurar su inserción en el sistema de educación común, que ese siempre es nuestro objetivo, la integración”, aseveró Cabrol. 

Al igual que en la educación común, se decidió que quienes asistan a las aulas cumplan con la bimodalidad: quince días en las escuelas y quince días en las casas.

Se organizará a los estudiantes de acuerdo a niveles de desarrollo, para garantizar un seguimiento acorde a sus progresos en la lecto-escritura y potenciamiento de aptitudes.

Para quienes deban transitar el ciclo lectivo desde la virtualidad, los docentes prepararán actividades y harán entrega de materiales adaptados.

“Los docentes van a asegurar el aprendizaje didáctico-pedagógico mediante la indicación del estímulo en actividades de la vida cotidiana. Se entregarán materiales adaptados para las familia”, explicó Cabrol.

La directora de educación especial manifestó que para garantizar la integración de niños y jóvenes con dicapacidad es importante potenciar el desenvolvimiento en tareas de la vida diaria como doblar ropa, atar los cordones, amasar pan o practicar la contabilidad con elementos del hogar.

“Es una forma de fomentar el ejercicio y la práctica del razonamiento que puede ser registrado con fotos y videos, que luego intercambian con los docentes. El aprendizaje para esta población de estudiantes se logra con hábitos”, indicó Cabrol.

  (IRB)