La respuesta solidaria ante un pedido urgente de donantes de sangre le salvó la vida a Teo, un ovejero alemán que tiene complicaciones graves en su salud desde que lo picó una garrapata.
El llamado a la solidaridad fue realizado por la dueña del can, Jeorgina Soloaga. Ambos viven en Caá Catí, pero vienen constantemente a la capital correntina para asistir a una clínica veterinaria.
Pasado el mediodía y tras una amplia difusión, Teo consiguió la tan ansiada donación.
Amarú y su dueña Florencia fueron la respuesta a los problemas de Teo.
De inmediato ambas dueñas organizaron un encuentro, ya que los veterinarios debían realizar un examen para determinar si había compatibilidad entre los dos animales.
Tras la transfusión, el perro y su dueña emprendieron la vuelta a Caá Catí, donde descansaron de tan larga y estresante jornada.
Pese a que lo grave de la tormenta pasó, el ovejero alemán de tan solo siete meses sigue en peligro: la sangre que le fue transferida solo asegura su fortaleza para seguir peleando hasta que el medicamento que precisa llegue al territorio provincial.
“Ahora está mucho mejor, empezó a levantarse, caminar y comer”, festejó Jeorgina e indicó que hasta este mañana el can estaba muy débil y debieron “llevarlo a upa”.
La infección
El can se infectó con el virus de la garrapata (ehrlichia), lo que le provocó una serie de problemas que comprometen su salud: una anemia avanzada, mala coagulación en la sangre y mal funcionamiento de su médula ósea. Por esa última falla, el cuadro de Teo resulta dramático. Al no tener suficientes glóbulos rojos y blancos para sostener sus defensas, se debilita constantemente y queda vulnerable ante cualquier otra enfermedad o accidente.
El domingo, los veterinarios dieron una buena noticia a la dueña del perro afectado: existe un medicamento capaz de hacer que la médula ósea vuelva a funcionar, pero solo es posible adquirirlo vía internet.
Pese a las buenas nuevas, los profesionales también le advirtieron que nada aseguraba que Teo sobreviva hasta el momento en que el fármaco llegara a Caá Catí.
“No se consigue en Corrientes, pero va a llegar entre el 14 y el 16”, adelantó Jeorgina. Y ante este panorama, confesó sus miedos: “Si no recibe el fármaco, no va a sobrevivir. Y si no funciona, voy a tener que sacrificarlo, y eso es duro”.
Los veterinarios de la localidad habían realizado una transfusión previa utilizando a la madre del ovejero alemán como donante.
“Estoy muy feliz: Teo tiene otra cara ahora y espero que el medicamento llegue pronto, antes de que decaiga otra vez”, expresó Jeorgina.
En caso de que eso suceda, otros siete perros y sus dueños se ofrecieron para ayudar a Teo.
(ME)