Continúa la búsqueda de sobrevivientes y cuerpos fallecidos tras el terremoto en Haití este fin de semana. Los vecinos de las zonas afectadas por el y miles de heridos pasaron la noche a la intemperie ante el temor de que las nuevas réplicas, que se extendieron desde el sábado, empeoren la situación y derrumben las casas que quedaron en pie.
Las autoridades de protección civil actualizaron la cifra de víctimas y registraron ayer 724 muertos, 2.800 heridos y miles de casas destruidas por un sismo que despertó los temores del potente terremoto de magnitud similar que en 2010 dejó 300.000 fallecidos.
El sismo de magnitud 7,2 sacudió Haití este sábado por la mañana, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (Usgs). El sismo, que ocurrió a las 8.30 local, se registró a unos 12 kilómetros de la localidad de Saint-Louis du Sud, y su hipocentro fue a 10 kilómetros de profundidad, de acuerdo con el informe institucional.
“En Los Cayos estamos muy impactados. Mucha gente ha pasado la noche en la calle porque las casas están muy afectadas y no ha parado de temblar la tierra”, le dice a El País Jenel Loubeau, estudiante de 23 años de una ciudad cerca del epicentro. Según explicó quienes no perdieron sus viviendas temen volver a ellas por las nuevas réplicas, que no dejaron de sentirse desde el terremoto del sábado.
El sismo del sábado evidenció el mal estado de sus hospitales que se vieron sobrepasados a las pocas horas del sismo cuando empezaron a recibir a los cientos de heridos y tuvieron que hacer llamados para recibir ayuda de personal médico voluntario.
Mientras tanto, desde la comunidad internacional se multiplicaron las muestras de solidaridad y ofrecimientos de ayuda. El presidente estadounidense Joe Biden fue el primero en reaccionar el sábado al autorizar una respuesta inmediata para asistir a Haití que coordinará Samantha Power, la administradora de la agencia de cooperación Usaid.
(BDC)