El técnico de Boca Juniors, Hugo Ibarra, tiene varias dudas para enfrentar mañana a Gimnasia y Esgrima en La Plata, en la reanudación de los 81 minutos que quedan del encuentro suspendido el 6 de octubre pasado por disturbios en inmediaciones del estadio platense, mientras que ayer fue operado Marcos Rojo del ligamento cruzado interior de la pierna derecha.
Boca afrontará un encuentro clave para sus aspiraciones de lograr la Liga Profesional y su técnico tiene varias dudas en el armado del equipo que jugará en el Bosque platense.
En el “mundo Boca” se sabe que para ganar el torneo hay que llegar primero a la última fecha y no depender de nadie, ya que no confían en la fuerza que River le pueda hacer a Racing y por ahora eso se logrará venciendo al Lobo. “Seguimos dependiendo de nosotros. Hay que seguir para adelante. No pasa nada, porque una derrota está en las posibilidades y ahora nos tocó”, dijo Ibarra tras la derrota ante Newell’s en Rosario.
La primera incógnita que surge pasa por quienes serán los dos marcadores centrales.El cuerpo técnico tiene en esa posición ante las lesiones de Marcos Rojo y Nicolás Figal, a Facundo Roncaglia y Carlos Zambrano, quienes jugaron el domingo, y Gabriel Aranda, quien estuvo en el banco.
El defensor peruano, quien salió en el entretiempo en Rosario para armar una línea de tres, sigue con molestias por una contractura en su rodilla derecha, mientras que Aranda no estaría bien por un tema personal.
Encima, Roncaglia -quien se incorporó en este semestre- fue partícipe en el error junto con Advíncula del primer gol de Newell’s.
En en medio se verá si Cristian Medina -con una contractura- está para jugar. Si no llega, lo reemplazaría Martín Payero. También hay dudas con Juan Ramírez, quien jugó en Rosario después de estar parado 20 días por una lesión.En esa zona de la cancha, Ibarra cuenta con dos alternativas: una es la de Óscar Romero, quien había levantado su nivel en los últimos partidos, o volver después de mucho tiempo a jugar con tres puntas, y en ese caso podría ingresar Sebastián Villa.
Y la última duda pasa justamente en el ataque, donde seguramente el colombiano -de no entrar por un volante- retorne a su puesto en lugar del juvenil Luca Langoni.
Por otra parte, Marcos Rojo -capitán y referente en el vestuario boquense- fue operado ayer. El jugador “fue intervenido quirúrgicamente por ruptura de ligamento cruzado anterior. Se le realizó plástica del mismo y tratamiento de la patología de ambos meniscos”, indicó el parte médico de Boca.
El defensor, de 32 años, quien fue operado por el médico Jorge Batista, iniciará ahora el largo proceso de recuperación que le demandará entre 7 y 8 meses: se calcula que podría volver a practicar con sus compañeros en el segundo semestre de 2023.