Por Francisco Villagrán
[email protected]
Especial para El Litoral
Sabido es que, no es fácil imaginarse qué se siente unos pocos minutos antes de morir, nadie que haya muerto en serio pudo regresar y contar su experiencia, pero sin embargo hay algunos casos, miles en todo el mundo, en que la persona estuvo “clínicamente muerta” durante algunos minutos y cuando volvió, contó con lujo de detalles, lo que había sentido en el otro lado, donde estuvo por poco tiempo. Por lo general quienes pasaron por esta experiencia, cuentan que sintieron cómo el alma se separaba del cuerpo y se vieron desde arriba, ellos tendidos en la cama, su cuerpo inerte y ellos miraban desde afuera, se veían a sí mismos, su cuerpo, como si fuera una película, mientras su vida pasaba velozmente por su memoria, como si fuera un resumen final.
La muerte es uno de los enigmas más trascendentales de la historia de la humanidad. Qué pasa cuando uno muere o si hay vida después son las preguntas que tanto la religión como la ciencia han intentado responder hasta ahora. Científicos lograron aproximarse a lo que siente el cuerpo minutos antes de fallecer y comprobaron que el cerebro seguiría en actividad.. La diferencia de pensar la muerte en un marco científico a lo espiritual, es que mientras en la ciencia es todo materia en el segundo ámbito se tiene en cuenta y consideración el alma. Qué dice la ciencia sobre la muerte? La investigación fue llevada a cabo por un grupo de científicos de la Universidad de Michigan, que vienen trabajando en ese tema desde el 2013, al medir la electricidad cerebral de las ratas al momento de su muerte. Descubrieron que tras sufrir un paro cardíaco, los roedores, que no tenían latidos en su corazón ni respiraban, aumentaban su actividad cerebral. Además el estudio reveló que los animales mostraban un nivel de ondas gamma diferentes a las que tienen las ratas en estado normal de vigilia. Luego de esto los científicos llegaron a la conclusión de que el cerebro no está inactivo cuando uno muere. Parece haber un aumento en la actividad eléctrica que parece ser responsable de las experiencias cercanas a la muerte. A diferencia de lo que se plantea la ciencia, en el campo esotérico se afirma que la muerte es la pérdida irreversible de las funciones vitales con el desprendimiento del espíritu, lo cual se llama desencarnar. Visto de esta manera, la muerte resulta ser tan solo una ilusión porque la vida es eterna en cuanto al alma-espíritu se refiere.
El espacio y el tiempo
La muerte se viene estudiando hace tiempo y en otra investigación del Imperial College de Londres se determinó que las alucinaciones del momento de la muerte, después del testimonio de personas que “vieron algo” tras ser reanimadas después de su muerte clínica. La principal lección de estas investigaciones es que podemos encontrar la muerte en la vida y sus experiencias. Los cerebros pueden seguir elaborando percepciones de la realidad aunque las personas pueden olvidarse de las sensaciones vividas. Al momento de la muerte el paro respiratorio es seguido por el paro cardíaco. En ese momento la actividad del cerebro disminuye y si no hay una reanimación en los siguientes 5 minutos, quedará dañado irreversiblemente. Es en este período de tiempo cuando el cerebro se pone en marcha y produce efectos como la famosa luz al final del túnel. Esta es la explicación científica a las muchas personas que creen en el alma y lo llaman el desprendimiento del espíritu del cuerpo material. La muerte cerebral implica el cese de la actividad neuronal. Allí ya no hay vuelta atrás, a eso le sigue lo que se llama la palidez de la muerte, que ocurre entre los 15 minutos y las dos horas posteriores. El paso siguiente es el conocido como Livor Mortis, una coloración rojiza amoratada de las partes del cuerpo debida a la acumulación de la sangre en ciertas zonas. Después la temperatura baja, aunque un muerto nunca estará más frío que el medio ambiente que lo rodea. Recién dos horas después del descenso de la temperatura llegará el estado de rigidez e inflexibilidad en las extremidades del cuerpo, conocido como Rigor Mortis. Luego de esto, finalmente se iniciará el proceso de descomposición del cuerpo.
Enigmas
Pero hay cosas que la ciencia no puede explicar, a pesar de los importantes experimentos científicos, como ´por ejemplo el hecho de que existen entidades que quedan en este plano terrenal pero sin un cuerpo físico. El espíritu puede no darse cuenta que ha desencarnado y sentirse desorientado. También puede darse cuenta y no aceptarlo porque tienen apego de sufrimiento, como puede tener una madre hacia sus hijos o también tener apegos de placer porque está muy anclado a los placeres terrenales, siendo el caso de las personas muy materialistas que ni siquiera consideraban que había algo más que lo que llamamos “muerte”.
Otras razones por la que los desencarnados se quedan atados a este plano son las situaciones de vida difíciles, de mucho sufrimiento. Situaciones no solucionadas como los conflictos familiares y el miedo a ser juzgados por sus actos. Todo esto impide que tomen la decisión de trascender hacia el plano de luz. Por eso, a diferencia de la ciencia, que no cree en la existencia del espíritu, de una entidad superior a lo físico, que cuenta con una vida eterna.
Tampoco los científicos pueden saber que es lo que sucede con la presencia de diversas entidades que en más de una ocasión demostraron ser inteligentes y con capacidad de comunicarse con las personas. Entonces, ¿Qué pasa con el alma después de la muerte? El alma se desprende del cuerpo físico, pasa a otra etapa de la vida e inicia el proceso del tránsito, que es el viaje que hace el desencarnado hacia el plano de luz, es decir, la vida eterna o planos superiores.