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Especial para El Litoral
Un sector del edificio central de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, ubicado sobre la avenida Chorroarín al 300 en barrio porteño de Agronomía, es escenario cotidiano de apariciones fantasmales y otras manifestaciones paranormales. Los propios empleados afirman que tuvieron experiencias de todo tipo, que ya están acostumbrados a trabajar con puertas que se cierran o se abren, luces que se apagan o se prenden solas, conversaciones entre estudiantes que ya no están o directamente se enfrentan a figuras humanas, o transparentes que a veces atraviesan las paredes y se pierden. Una empleada comentó que “estos hechos ya son conocidos por todos los que trabajamos aquí y también por los estudiantes, incluso gente de otras facultades que vienen a comprobar los hechos que pasan aquí, con lo que convivimos y que para nosotros ya son normales. Pasan cosas sorprendentes, que no se pueden explicar racionalmente, que a muchos asustan, pero a las que estamos acostumbrados”.
Es un edificio de más de un siglo de antigüedad. Una empleada comentó que “hace poco una compañera del piso de arriba me llamó por el interno para tomar un café. Le dije que no podía porque estaba sola en mi sector y ella me respondió que escuchaba las voces de docentes y alumnos en clase en el aula que está al lado. Le aseguré que no había nadie. Cuando bajó no lo podía creer. Siempre es así”, relató la mujer.
Por su parte el sacerdote Manuel Acuña, especialista en exorcismos y amigo del papa Francisco, explicó que “la cantidad de hechos que se registran en la facultad de Veterinaria, de manera simultánea y confirmada se pueden creer firmemente porque es muy posible que se hayan realizado en ese lugar lo que se conoce popularmente como el juego de la copa (o Ouija), que es en realidad una forma de abrir puertas a lo desconocido que de ninguna manera deben abrirse”.
“Aquí tenemos un clásico espacio, prosiguió, infestado. Los exorcistas no hablamos de infectación sino de infestación que respeta el concepto original del latín. Claramente allí se abrió un portal de entidades que se aposentaron en esa zona. Los testimonios de los trabajadores indican que aprendieron a convivir de manera pacífica con las distintas entidades. Esto es clave porque jamás se debe reprender o gritar a una entidad. En este caso seguro que hay entidades poderosas y que podrían ser peligrosas”, dijo Acuña que realizó una serie de exorcismos en el país y en el exterior.
Una de las empleadas de la facultad indicó que “uno de los hechos de los últimos tiempos que más nos impactó, le sucedió a un compañero recientemente, cuando bajó para apagar la caldera. Allí se cruzó con un fantasma de tamaño gigantesco que apareció de golpe y rápido desapareció.
Pudieron filmarlo
El trabajador de la facultad bajaba las escaleras con el celular en la mano, contestando mensajes porque después del trabajo se iba a encontrar con unos amigos para reunirse a comer. Apagó la caldera y allí se topó con el fantasma. Como tenía el celular en la mano, atinó a filmarlo y realmente fue muy impresionante esa situación. Otro caso de hace un tiempo, fue con un compañero que venía caminando por un pasillo y se le cruzó una figura humana, de negro y con galera, vestido con ropas antiguas, que atravesó una pared y desapareció. Esto pasa todo el tiempo, como así también se apagan y prenden luces en cualquier momento. Se abren y cierran puertas y también escuchamos voces y conversaciones. Los trabajadores, estudiantes y docentes que conviven con estas situaciones, no tienen una explicación para los hechos que allí ocurren.
“Muchos creemos que aquí ocurrieron hechos violentos y que las almas de los muertos se quedaron aquí. Tal vez en tiempos de la última dictadura en la década del 70”. No hay ningún registro que se haya realizado una curación del lugar. “Aprendimos a trabajar sabiendo que en cualquier momento nos puede suceder cualquier cosa rara”, dijeron. Los testimonios abundan y según los que trabajan en el edificio “podríamos estar horas contando experiencias, las que vivimos nosotros casi a diario y las de otra gente que vino de visita, sabiendo lo que ocurría y quedó pasmada al comprobar con sus propios ojos lo que ocurría acá adentro”.
El sacerdote Manuel Acuña manifestó en relación a los hechos paranormales en la Facultad de Veterinaria que “la posibilidad de que alumnos hayan realizado el juego de la copa (o tabla Ouija) abriendo una puerta y dejando entrar entidades, es muy concreta, a la luz de los distintos hechos y fenómenos registrados. La particularidad de la cantidad importante de testigos de hechos directos nos revela que hay muchas entidades, pero también que hay mucha gente sensible que logra conectar y ver lo que sucede alrededor. La ouija es la entrada al mundo de los espíritus”, afirmó de manera contundente el mayor especialista en exorcismos de la Argentina, quien lleva una estadística asombrosa en torno a la íntima relación entre las curaciones espirituales con presencia de demonios y espíritus negativos en este tipo de prácticas. En alrededor del 40% en los más de 300 exorcismos que lleva realizados. “Las víctimas de posesiones satánicas terminaron reconociendo que en algún momento participaron de este peligroso juego”, sostuvo el experto. Sin duda algo de esto hay porque en determinado momento se supo que gran cantidad de estudiantes realizaron el juego de la copa, para saber cómo le iría en sus exámenes y hay muchos casos citados por ellos mismos en los que relataban la mala experiencia que les significó jugar con esto. Incluso se mostraron con miedo y temerosos por lo que habían realizado, que en algunos casos los llevó a consultar a especialistas para lograr desprenderse de algún espíritu que se pegó a ellos.
Creer o reventar, pero los hechos sucedieron realmente, a tal punto que las autoridades de la facultad les pidieron que cesen en este tipo de juegos por considerarlos peligrosos.