Tras la media sanción en el Senado, el proyecto K de la reforma de Consejo de la Magistratura enfrenta una realidad adversa en Diputados: el oficialismo no llega a aprobarla antes del plazo que fijó la Corte Suprema -el viernes que viene-; no tiene los votos suficiente para hacerlo sin cambiar el texto; y no están dados los consensos para promover esas modificaciones.
El tema agitó el avispero tanto en el bloque del oficialismo como en los de la oposición, aunque pocos creen que haya chances de que la ley salga.
El problema de tiempos lo blanqueó el jefe de bloque del Frente de Todos en Diputados, Germán Martínez, apenas minutos después de que se votara en el Senado. “Antes del 15 de abril, hay que tener una nueva ley. Quedan 4 días hábiles. El tiempo es muy escaso para darle en Diputados un tratamiento responsable”, reconoció. Acto seguido, le pegó al Máximo Tribunal por el plazo fijado: “El expediente sobre constitucionalidad de la ley actual entró a la Corte el 22/08/2017. El fallo salió el 16/12/2021. 1.577 días de análisis. Diputados tiene sólo 4 días hábiles para aprobar una nueva ley, según el plazo fijado por la misma Corte”.
Lo cierto es que el oficialismo del Senado no colaboró para hacerles fácil la tarea a sus pares de Diputados. El presidente Alberto Fernández mandó el proyecto en diciembre y lo incluyó en el temario de extraordinarias. Pero, entre las tensiones internas por el acuerdo con el FMI, el texto quedó cajoneado y recién empezó a debatirse a mitad de marzo.
(JML)