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Macri le apunta a Morales en la interna de Juntos por el Cambio

El expresidente responsabiliza a los radicales por los proyectos que se aprobaron la semana pasada en el Congreso Nacional.
 

Por El Litoral

Domingo, 15 de mayo de 2022 a las 23:13

Juntos por el Cambio pasó una semana agitada: ya no sorprenden las tensiones y las intrigas, pero esta vez se instaló el temor a una ruptura, pese a que nadie lo admitirá. Todo comenzó el lunes pasado, cuando Mauricio Macri les dijo a otros referentes del PRO: “Tenemos que diferenciarnos y no seguir cayendo en la trampa del radicalismo”.
Macri criticó al radicalismo por haber fogoneado la votación en la Cámara de Diputados de la ley que fija el marco regulatorio del cannabis medicinal y cáñamo industrial porque prevé más aparato estatal y nuevos impuestos (en rigor, una tasa), dos de los puntos que la coalición se había juramentado no votar. Los diputados del PRO se abstuvieron o votaron en contra de esa ley, apoyada por Gerardo Morales, titular de la UCR y gobernador de Jujuy, porque su provincia será beneficiada por plantaciones y emprendimientos productivos que serán un negocio más grande que el del litio.
Pero el expresidente también reprochó que haya tenido media sanción el proyecto de ley sobre respuesta integral al VIH, respaldada por amplia mayoría, con apoyo radical, de la Coalición Cívica y del PRO, aunque en este último caso sus diputados rechazaron la creación de un régimen jubilatorio especial para quienes tengan VIH, hepatitis virales, tuberculosis e infecciones de transmisión sexual y votaron en contra de un artículo que propone la extensión indeterminada del vínculo laboral evitando causas de despido para los que sufren esas patologías.
Para Macri, estas votaciones desvirtúan los postulados del PRO en favor de un Estado más chico y con menos impuestos, pero, sobre todo, podrían derivar en una fuga de votos propios hacia opciones liberales como las de Javier Milei. 
No es el mejor momento de Juntos por el Cambio. Macri encendió la mecha el lunes al mediodía. A la noche cruzó un gélido saludo con Elisa Carrió en la cena de la Fundación Libertad. Rodríguez Larreta abrió el evento el liberalismo con un discurso en el que ratificó su fe moderada y dejó una frase para que lo destrocen los “halcones” que piden sangre: “Hay que negociar, y negociar es ceder para poder hacer”. Poco después, le contestó Patricia Bullrich ante el mismo auditorio: “No hay medias tintas. No podemos jugar al medio. El medio es la continuidad de la decadencia”, dijo, antes de terminar pidiendo “un cambio cojonudo”. La interna del PRO, exhibida impúdicamente.
El jefe de Gobierno se tomó revancha el viernes pasado cuando logró una postal de la unidad con tres gobernadores radicales en Corrientes: el anfitrión, Gustavo Valdés; Morales y Rodolfo Suárez, de Mendoza. Formalmente, se reunieron para firmar un convenio de promoción turística, pero el valor de esa imagen fue netamente político tras la embestida antirradical de Macri. Los cuatro hablaron de lo sucedido y acordaron mirar hacia adelante.
Cerca del titular de la UCR sospechan que el ex presidente quiere romper JxC y echarle la culpa a él. Hace no tantas semanas, Macri se preguntaba si Morales buscaba dejar la coalición en medio de tantas versiones sobre sus acuerdos con Sergio Massa y Alberto Fernández. La desconfianza es una de las sustancias más abundantes (y venenosas) en las filas opositoras.
Para el Gobierno, que sigue enredado en la pelea entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, lo que está pasando en Juntos por el Cambio es una excelente noticia. A este ritmo, no todo está perdido para 2023. 
(FB)

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