Se presentará un proyecto de ordenanza para regular la instalación y utilización de videocámaras que registren eventos en los espacios públicos a través del centro de operaciones y monitoreo de la Municipalidad con el fin de prevenir infracciones de tránsito, coordinar políticas públicas y colaborar con las fuerzas de seguridad.
La videovigilancia se desarrolla de manera doble en Corrientes, ya que tanto la ciudad como la provincia cuentan con equipos de manera independiente, pero que son usados en colaboración en caso de que sea necesario.
En este sentido, los concejales buscan que las grabaciones de los equipos de la Comuna puedan ser publicadas por medios de comunicación con fines turísticos o informativos sin causar daños a terceros, facilitar extracciones que los vecinos consideren de interés y para la vigilancia en los barrios.
En el 2011 se instalaron 100 cámaras y se creó el Centro de Monitoreo de la Municipalidad que se encuentra en plaza Vera, desde donde se monitorean las imágenes de 217 cámaras, a las que se suman 500 más que le pertenecen a la provincia.
Yamandú Barrios, uno de los concejales a cargo del proyecto, indicó que se establecen cuestiones pragmáticas que significa que las nuevas cámaras que se instalen no podrán afectar la privacidad ni la intimidad de las viviendas. Es por eso, que en el proyecto se prohíbe el acceso al sonido en los videos debido a que es considerado ofensivo escuchar lo que hablan las personas.
“La ciudad de Corrientes tiene una particularidad que no tienen las demás ciudades argentinas y es que nosotros tenemos un centro de operaciones provincial y otro municipal. Se debe entender que la videovigilancia municipal tiene dos finalidades: una es la sanción o previsión de faltas municipales y, a su vez, se permite que sirva para planificar las políticas públicas. Eso no sucede con la provincial porque solo es para seguridad”, indicó Barrios a El Litoral.
“Antes había una resolución que le impedía al interesado directo acceder a grabaciones que fueron descartadas. Por lo tanto, si había un robo, el ciudadano no podía ver mediante las cámaras lo que sucedió. La otra cuestión central es si las grabaciones o la visualización directa se pueden pasar a los medios con fines turísticos o de información”, dijo.
Además, aseguró que existe la posibilidad de aprovechar las cámaras privadas que apuntan al espacio público para que formen parte del parque de videovigilancia municipal para que pueda ser monitoreada por el Municipio. “Se accederá a cámaras que son privadas siempre con el consentimiento de los propietarios de la vivienda y que apunten hacia la vía pública”.
En ese sentido, aseguró que los vecinos podrán acceder a comprar cámaras para una mayor seguridad de los barrios y para ser monitoreado por la Comuna.
Por otro lado, Barrios precisó bajo qué límites podrá compartirse la información a los medios de comunicación o a un particular. “Los datos personales no pueden ser transferidos, por ejemplo, si se ve la cara de una persona, no puede ser mostrada la grabación bajo ninguna circunstancia. Un ejemplo claro es que si hay un accidente de tránsito solo se mostrará el choque sin violar los datos de la persona que forme parte del acontecimiento”, explicó.