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Convocan a juntar semillas de árboles para reforestar 40.000 hectáreas de bosques

Se creó en la Capital el primer banco que clasifica y almacena semillas de especies autóctonas. Hay cantidad suficiente para recuperar los bosques y montes que se perdieron por los incendios. 
 

Por El Litoral

Domingo, 17 de julio de 2022 a las 02:04

Convocan a juntar semillas de árboles autóctonos para reforestar las 40.000 hectáreas que se perdieron en los incendios. Por eso se creó el primer banco de semillas de la región capaz de almacenar las semillas para volver a poblar de vegetación a los montes que fueron alcanzados por el fuego entre diciembre y marzo. 
La iniciativa de crear el primer banco de semillas surgió en febrero de este año en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste, cuando la investigadora y profesora de la cátedra de Silvicultura Claudia Luna, llevó adelante junto con sus alumnos, el plan para reforestar las áreas quemadas.
“En pleno febrero, cuando se estaba incendiando Corrientes, nosotros como cátedra pensamos en crear un banco de semillas para poder aportar a la sociedad y luego trascendió puertas afuera de la facultad”, expresó Claudia Luna a El Litoral. 
Este es el primer banco de semillas de especies forestales autóctonas que podrá restaurar los bosques nativos que se perdieron. Las tres personas que se encuentran trabajando en la sala de silvicultura se ocupan de la clasificación, identificación y determinación de especies. Luego éstas pasan a ser almacenadas en frío para su conservación. Ellos se aseguran de que los insumos cumplan con el mínimo de calidad, que tengan capacidad de germinar, y que indique qué tipos de especies son. 
Se busca que las semillas que se donen pertenezcan a especies de árboles autóctonos como timbó, lapacho, acacia, espinillo, algarrobo o ibirapitá. De igual manera se reciben semillas de árboles exóticos como el pino y eucalipto, el fin es que pueda brindar el mismo sistema ecosistémico que los árboles. Cabe destacar que estas especies solo se las puede recopilar de otros montes o arbolados que se encuentran en la ciudad, ya que los viveros difícilmente cuenten con las mismas. Deben evitar las semillas de frutos, ya que tienden a descomponerse porque contienen insectos. 
La profesora de silvicultura, Claudia Luna, expresó a El Litoral: “Al adquirir los insumos, atendimos a la falencia, ahora tenemos la capacidad de almacenamiento y calculamos tantas semillas como para reforestar las 40.000 hectáreas de bosques nativos que se perdieron”. 
Las semillas pueden estar almacenadas en las heladeras de las que disponen y duran entre 5 y 10 años, el frío prolonga la vida de las semillas, y de esta manera, las depositadas en el freezer pueden durar entre 10 y 15 años. Con el objetivo de brindar semillas vivas, atendiendo solo a ese recurso, esto implica la realización de ensayos previos de viabilidad y de poder germinativo para después preservarlas.  
Cuando su proyecto inició a principios de febrero, no contaban con los recursos para almacenar las semillas, la profesora Luna intentó acudir a proyectos con otras universidades, pero no obtuvo respuestas. Fue gracias a las donaciones de terceros que pudieron lograrlo. Por un lado, la fundación Manos Verdes, que tiene su portal de conciencia ambiental y es el movimiento que logró difundir su proyecto; y por otro, el movimiento El Nuevo Enemigo que fueron los que regalaron la primera heladera para que se conserve. También contaron con el aporte del artista gráfico Ramiro Ghigliazza, que hizo una colecta para comprar el electrodoméstico. 
“Si quisiéramos abarcar todo, es probable que nos equivoquemos. Vamos a proveer insumos, el servicio y atender a la necesidad de los productores que perdieron su monte y no tienen semillas para volver a poblarlo”, indicó Luna a El Litoral. 
Una vez que se recolectan las semillas, brindarán charlas de capacitación para los productores, científicos que realizan proyectos de restauración y personas que deseen repoblar los bosques nativos. El asesoramiento será sobre qué especies autóctonas y exóticas se entregarán y cuáles pueden sembrar en los bosques y montes, dependiendo de las zonas. 
“Los incendios se podían prevenir o al menos, minimizar los daños. Ya había datos de 20 meses atrás de sequía. No se protegió y esto se podría minimizar con la ley de humedales; los bosques tienen una ley pero no incluyen prevención de fuego”, sostuvo Luna a El Litoral.
Corrientes perdió entre diciembre del 2021 y marzo del 2022, un total de 1 millón de hectáreas, una cobertura vegetal importante que comprende humedades, plantaciones y pastizales. En cuanto a los bosques nativos, se perdieron 40.000 hectáreas y es eso justamente lo que se quiere volver a reforestar.  El proceso de restauración lleva un tiempo aproximado de 100 años. 
“Las semillas que se encontraban en el suelo cuando las hectáreas fueron arrasadas por el incendio no resistieron, ya que no son no son tolerantes al fuego”, indicó a El Litoral, la experta en silvicultura. 
En la ciudad de Corrientes los montes que rodean la reserva de Santa Catalina fueron arrasados por el fuego, dejando así una gran zona periurbana sin vegetación. Sin embargo en el interior de la provincia hay datos aún más alarmantes. 
Las personas que tengan interés en colaborar con la campaña, por medio de la donación o de tiempo para acondicionarlas, pueden contactase en las redes sociales o dirigirse al Campus Sargento Cabral 2131.
(VT)
 

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