¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

PUBLICIDAD

Afiches de películas

El arte que permite ubicar en un plano el anuncio de un film, es la sabiduría del dibujante para expresarse y atraer desde el vamos.

Sabado, 17 de junio de 2023 a las 04:23

n Cuando aún la foto no era usada en afiches de cine y el dibujo proliferaba reproduciendo la toma más característica de la película, los sueños con una vertiginosa imaginación adivinaban in mente la obra por estrenar.
Era mi tarea de toda la semana, como buen curioso, recorrer los cines para ver la cartelera a estrenar. Me seducía ver en detalle el arte de diseño del afiche, porque entonces quienes éramos chicos nos llenábamos con ese adelanto gratuito.
Tal vez por mi afición al dibujo, alimentado de noticias específicas de revistas especializadas, alentadas por las historietas que colmaban todas las argumentaciones que todo chico era habitué. 
Personajes varios, súper héroes, cowboys, policiales, románticas, que revistas como “Ecran” impresa en color sepia daba cuenta de filmes varios, “Radiofilm”, “Platea” del periodista Calki, reforzada con “Mundo Radial”, “Antena” o “Radiolandia,” la sapiencia mundana de los adolescentes.
Entonces, me sabía hasta los nombres de los autores que tenían a su cargo la realización de cada afiche, ya que permanecía frente a ellos “barriendo” cada línea, las letras, la distribución de textos y dibujos, hasta que agotada la observación minuciosa daba por terminada la ceremonia.
El propio artista Raúl Soldi fue escenógrafo de películas y autor de afiches para el cine nacional. Quirino Cristiani fue un memorable, que conjuntamente con el Director de Cine Federico Valle en 1917 produjeron “Actualidades” para el cine argentino incipiente.
“El Apóstol”, fue una muestra de ello que por esos años era toda una hazaña, cuya ficción planteaba la necesidad de buscar alguien que limpie Buenos Aires de la corrupción que hacía estragos vivir dignamente. Se estrenó el 9 de noviembre de 1917, y demandó 58.000 dibujos a 16 cuadros por segundo.
Una técnica que más tarde, más precisamente 1928, Walt Disney lanzó el Ratón Mickey. Se dijo que fue Argentina el artífice primero en dar movimiento al dibujo, ya que las experiencias locales comenzaron en 1916, y los yanquis en 1928.
Estando en 1941 Disney en Buenos Aires promocionando su película “Fantasía”, pidió que le presentaran a Quirino Cristiani, y le ofreció ser contratado para sus estudios en los Estados Unidos, propuesta que fue denegada por el artista italiano residente por mucho tiempo en nuestro país.
Uno recuerda la cantidad de películas filmadas anualmente en el país, y por supuesto algunos de sus más característicos afiches: ”El Angel desnudo”, “Donde mueren las palabras”, “Dios se lo pague”, Riachuelo”, “El maestro levita”, “La guerra gaucha”, “Pampa bárbara”, “Juvenilla”, “El cura Lorenzo”, “Los tallos amargos”, “El túnel”, “Las aguas bajan turbias”, “Hijo de hombre”, “Su mejor alumno”, “El hincha”, y muchísimas otras.
Recordamos a los dibujantes que militaron en el arte del diseño de afiches cinematográficos: Hernán Aiello, Raúl Soldi, Ricardo Barrosa, Osvaldo Venturi, Narciso Bayón, Los Hnos. Failache, Ermete Meliante.
Entonces Argentina era la mayor productora del cine hispano parlante, con cientos de películas producidas por año, lo que le permitía abrigar una importante cantidad de artistas venidos de otras latitudes, como los Ibañez Serrador, José Cibrían, Alberto Closas, Amalia Sánchez Ariño, Jorge Mistral entre  otros.
Proliferando estudios nacientes importantes, como Artistas Argentinos Asociados, Productora San Miguel, Lumiton, Argentina Sono Film, Productora General Belgrano, etc., con las previas de los pioneros Federico Valle y Eduardo Morera.

Para ese “avistaje” por adelantado que desde un afiche se formula, debe saber concebir desde la síntesis comunicacional, qué colores, espacio y diseño componen el campo visual de la obra.


El cine ha sido siempre un arte, porque pone en juego toda la capacidad inteligente del comprender que el espectador libera sumando protagonismo en un espectáculo donde más de uno es necesario.
Por ende, los oficios que de él se liberan para que la construcción sea concreta desde el anuncio mismo, que persuade, comunica y convoca.
Para ese “avistaje” por adelantando que desde un afiche se formula, debe saber concebir desde la síntesis comunicacional qué colores, espacio y diseño componen el campo visual de la obra.
Hoy recordamos la diversidad que ha sido comunicar películas, como “Bambi”, lo que significó “Fantasía”, “El hombre del brazo de oro”, “El ciudadano”, “Ri-ffi-fi”, las películas argentinas emotivas y familiares hasta “El cuento de las comadrejas” de Juan José Campanella, y el dibujante que tuvo a su cargo el afiche de presentación, Nico Di Mattia.
Pero recordemos a Stanley Kubrick con “2001 odisea del espacio”, y la obra fantástica del afiche a cargo del artista y diseñador conceptual que trabajó en la Nasa, Robert Me Call.
O, la imagen de atracción poderosa con la cabeza de la “Estatua de la libertad” seccionada, decapitada en pleno centro de Manhattan, conforme el afiche que da cuenta de la película “Escape de Nueva York”, de John Carpenter, concebida por Bany E. Jackson.
La modernidad que sorprendió en los 60 por la síntesis de líneas del afiche de la película “Anatomía de un asesinato”, dirigida por Otto Preminguer con la actuación de James Stewart. 
O, la trascendente obra del ilustrador Frankfurt Gips Balkind, para “Alien” del inglés Ridley Scott, con la actriz Sigourney Weaver.
Pero, vayamos para atrás, y experimentemos otra vez, la emoción y curiosidad al ver en el cine de barrio, el estreno de la película “La barra de la esquina”. Un elenco entrañable, un recuerdo de hermandad, y toda la emoción de la “barra”:
Dirección: Julio Saraceni. Música: Tito Ribero. Elenco: Alberto Castillo, María Concepción César, Pepe Marrone, Iván Grondona, Jacinto Herrera. Producción 1950.
¡Silencio! Que ya empezó la película...

Últimas noticias

PUBLICIDAD