Vuelve el premio Higinio Primo Schiffo: un reconocimiento a personas que se superan
La fundación Higinio Primo Schiffo reconocerá y premiará a personas que se destacan por su desempeño profesional, su esfuerzo y superación personal. La fundación decidió reeditar el premio Higinio Primo Schiffo, que se entregó durante cinco años tras la muerte del médico veterinario que trajo a Corrientes los lapachos y ayudó a erradicar la rabia, entre otras acciones que le valieron el reconocimiento de todo Corrientes y cuya obra ayudan a mantener viva su memoria.
Un jurado analizará el currículum de los ocho nominados para esta edición. Se ternará a uno que recibirá la medalla de oro Don Higinio en un acto que se realizará en las próximas semanas en la facultad de Veterinaria de la Unne, donde Schiffo dictó clases y fue decano interino.
“El premio es un reconocimiento, una ayuda para personas que pese a la circunstancias de la vida han logrado abrirse camino y hoy son profesionales destacados en su rubro y que cuya actividad infiere de manera fundamental en la sociedad. Hay una mujer que se encargaba de la limpieza en una gran empresa, no sabía leer y escribir, pero terminó la escuela, aprendió computación, inglés y hoy es la encargada de sistema de una multinacional. Otro de los nominados es un médico veterinario, a quien se le murió el padre y pese a ello, logró recibirse y hoy es el mejor genetista de latinoamérica”, anticipó a El Litoral Alberto Schiffo, presidente de la fundación.
La memoria de
un ejemplo
Don Higinio nació el 8 de mayo de 1927 en la localidad italiana de Fagagna. Llegó a la Argentina cuando tenía siete años, con su madre y al año siguiente arribó su padre, Pedro Schiffo. Fueron a Reconquista, Santa Fe, donde los asignaron al cuidado del vivero municipal.
Cursó la primaria y parte de la secundaria en esa ciudad y luego completó sus estudios como perito agrónomo en la Escuela Agrotécnica de Casilda, Santa Fe. Con esos estudios, vino a Corrientes para estudiar en la Universidad del Litoral. “Llegó con una bicicleta y un colchón. Conoció a un grupo de estudiantes, dormía bajo una escalera. No tenía ni para comer”, recordó hace años, Alberto, uno de sus tres hijos.
Consiguió trabajo en la Municipalidad de Corrientes y con el sueldo pudo costearse los estudios. Se recibió en 1951 de doctor en Veterinaria. En un acto de gratitud a la Municipalidad, Don Higinio decidió hacer algo para darle una nueva impronta a la ciudad: trajo las semillas de lapacho y otras especies del vivero municipal de Reconquista y los plantó en lugares estratégicos, y aún hoy perduran.
Se propuso poner fin a la rabia canina, mal que atormentaba a la ciudad. “Fundó la Sección Antirrábica de la Comuna y en siete años erradicó el mal”, recordó su hijo, Cacho Schiffo.
Se casó con Elda Pozzi. El matrimonio tuvo tres hijos, Nilda, Alberto e Hilda. El doctor Schiffo murió de manera trágica el 30 de marzo de 1987, cuando regresaba de Buenos Aires. Tenía apenas 59 años.
Tras su repentino fallecimiento, distintas acciones se llevaron adelante para que este ilustre personaje, correntino por elección y adopción, fuera recordado por las futuras generaciones: una calle del barrio Cremonte lleva su nombre y la aprobación en el Concejo al lapacho como el “árbol típico” de la Capital, en su memoria.
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